domingo, 29 de diciembre de 2013

LEONARDO MARTÍNEZ “En 2015 volveré al Dakar, a pesar de que mi recuperación fue dura”

Leonardo Martínez respira Dakar y las pulsaciones se le aceleran cuando recuerda aquel trampolín en los arenales de Ocucaje (Perú) a bordo de un cuadriciclo. El piloto cruceño estuvo al borde de la muerte a causa de un grave accidente en el Dakar 2013.

En su primera experiencia salió en helicóptero aquejado por graves lesiones. Lima fue su destino inmediato de recuperación, mientras que en la ruta su hijo Diego no se daba por vencido para llegar a la meta en honor a su padre. Al final lo logró.

‘Leo’recordó junto a EL DEBER las jornadas memorables de la prueba más peligrosa del mundo y repasó lo complicado que fue su recuperación.

¿Cómo fue el proceso de recuperación tras el accidente?

Gracias a Dios ahora puedo caminar de manera normal luego de 10 meses de recuperación. Tuvieron que reconstruirme la uretra y la vejiga, además tengo placas en la pelvis, recién es que puedo orinar de manera normal, antes estaba con sondas; me sometí a ocho cirugías, tres en EEUU, dos en Brasil, dos en Perú y una en Chile. Por ese motivo es que voy a correr el Dakar 2015.

¿Usted piensa volver a correr?
En 2015 volveré al Dakar en cuadriciclos, a pesar de que mi recuperación fue dura. Incluso ya he tenido conversaciones preliminares con un equipo chileno.

¿Y qué dice su familia?
Cuando me preguntan si quiero volver a correr tengo sentimientos fuertes. Ellos sufrieron con lo del accidente, especialmente mis hijas, pero después de conversar con ellas y con mi esposa, me dicen que dependerá de mí.

¿Y su hijo Diego (Martínez) también quiere correr de nuevo?
Diego decidió no participar más en esta prueba. Siente que cumplió su objetivo.

¿Tuvo contacto con los pilotos que correrán esta versión?
Antes de que se vaya ‘Chavo’ Salvatierra conversé con él, me ofreció su ayuda para correr con una moto de la marca Honda, tal y como lo va a hacer Wálter Nosiglia. Otro que insistió en colaborarme fue Marco Bulacia para que yo pueda participar; les agradecí y les deseé suerte para que vayan con la bendición de Dios, pero sobre todo para que vuelvan sanos que es lo más importante.

¿Va a estar en Uyuni para el paso del Dakar?
Yo no quiero ir a mirarlo (risas), me haría un harakiri tener que verlo y no poder competir, sería doloroso, porque este es un deporte que me gusta mucho.

¿Cómo se vive el Dakar desde adentro?
Es una sensación fuerte, la adrenalina corre en el cuerpo y uno se emociona tanto que a veces pierde el raciocinio, la emoción puede más que la razón y uno se deja llevar por eso.
Y el día a día...
Uno se levanta temprano. Al igual que todos los demás pilotos, se recibe el mismo trato de parte de la organización que los que son de punta.

¿Bolivia podrá estar a la altura de la prueba?
La organización como Dakar no precisa que el país le ofrezca grandes condiciones para poder llevar adelante la carrera, ellos tienen la estructura adecuada para movilizar gente y dar combustible sin necesidad de que los equipos salgan del campamento. El tema de la infraestructura hotelera es otra cosa distinta debido a la cantidad de visitantes que llegarán.

¿Qué recuerda de su paso por el Dakar?
El estar en esos lugares desiertos donde no hay vida, donde no hay nada… es ahí cuando surge las preguntas de ¿qué es lo que estoy haciendo aquí? ¿Qué hago sufriendo de hambre y cansancio? Es ahí cuando resurge el gusto por este deporte y uno se da cuenta de que está ante un desafío que hay que cumplir, que hay una meta y que uno se debe exigir al máximo


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