A pesar de ser principiantes en el raid más extremo del planeta, (se corre del 5 al 18 de enero) son experimentados en las modalidades de las cuales han tomado parte a lo largo de su carrera.
El potosino
Ramiro Aguirre es un experimentado piloto de automovilismo que fue campeón nacional de circuito en 2004 y 2009, además de ganar una vez el Gran Premio Nacional que recorre el país. Considera que todo lo hecho hasta hoy se compara con las exigencias del Dakar.
“En cuanto supe que el Dakar pasaría por Bolivia, surgió el de-safío y fue mayor mi sorpresa cuando se anunció que recorrería el salar. Ahí dije, como potosino tengo que ser el anfitrión”, recuerda muy emocionado el momento de decidirse a correr.
Lleva meses preparándose para esta dura prueba, cuenta con un Toyota Hilux, con el que competirá en el grupo T-1, adquirido en Córdoba, donde pasó cursos de navegación. Extraoficialmente se sabe que la camioneta costó unos $us 100.000, contrató a tres técnicos cuya inscripción demandó 42.000 más y 32.700 para cubrir el registro del vehículo, piloto y navegante.
El campeón
Wálter Nosiglia fue el ícono del motocross boliviano, resaltando en su palmarés los 21 años de ser campeón nacional. Retirado de las competencias, hace ya varios años, retorna a las carreras en una cuadratrack, lo cual representa un reto novedoso .
“La gente me conoce como piloto de motos y no de quads, para los que no saben hace muchos años que participo de caravanas y otro tipo de actividades sobre cuatro ruedas”, expone el renombrado piloto paceño.
“Sin correr puedo decir que tengo cierta experiencia en el Dakar, he estado de cerca con Salvatierra, claro que el manejo es otra cosa”, indica el barbado competidor. En los últimos meses su preparación estuvo abocada a lo físico, mental y táctico. “Llego en buenas condiciones, tengo muy clara la película”.
Desde Villa Montes
Fabricio Fuentes es un piloto de motocross que en cuatro oportunidades se coronó campeón nacional. Para esta versión del Dakar adquirió una Yamaha Gas Gas 450cc, la cual ya tiene 1.200 kilómetros luego de recorrer el chaco boliviano en largas jornadas de entrenamiento.
“Agradezco a Marco Bulacia por todos los consejos y la orientación que me ha brindado. Con ‘Chavo’, recientemente, hemos estado rodando en el Urubó. Llego con un cúmulo de emociones y sueños para cumplir de mejor manera en esta carrera”, dijo el piloto chaqueño.
Fuentes ha experimentado los riesgos y sinsabores de este deporte pero dice estar preparado para encararlos. En una ocasión se fracturó la pierna y en otra, los dedos de la mano. “He estado entre cuatro o cinco horas al día tomándole el pulso a la moto, espero rendir bien, estoy entusiasmado y sé que haré un buen papel”.
El carismático
Ernesto Eterovic es un piloto muy querido en la familia del motor. Él antes que competir desarrolla un espíritu de participación, brindando ayuda a quien lo necesita y -sobre todo- viviendo la aventura de la velocidad.
“El Dakar ha sido un gustito que quería darme, estuve ahorrando en los últimos años hasta que hoy se nos da la posibilidad de salir a la ruta”, confiesa quien tambien fue uno de los fundadores del karting en Santa Cruz, junto a Germán Richter, ‘Monín’ Camacho y otros.
Su navegante será su hijo y tocayo, de 19 años, lo cual significa una experiencia muy particular para él y para toda su familia. El dos veces ganador del Codasur en la 2000 y N-4, tiene claro que con una buena máquina y un buen equipo de apoyo se debe manejar bien la hoja de ruta para llegar a destino.
Miguel Bulacia
Es el hermano mayor del multicampeón nacional Marco Bulacia. Hace su aparición en el automovilismo para cumplir el rol de mochilero, cuya labor es andar cerca de su hermano menor y brindarle la ayuda que necesite. Es decir, su objetivo no es llegar primero, sino ayudar a que Marco lo haga, aún a costa de quedar rezagado.
“No tengo experiencia en este tipo de competencias, pero pasé los últimos 30 años de mi vida (por motivos de trabajo) al mando de un vehículo en las rutas más difíciles de Bolivia”, explicó.
Miguel, junto a Marco, es propietario de la empresa constructora Vialco, por esta razón ambos han recorrido largas distancias al volante de sus bólidos.
“Cuando no había carretera asfaltada pasé como 30 horas manejando hasta Villa Montes. En este último tiempo estuve entre 12 y 15 horas con el volante en las manos”, recuerda el mayor de los Bulacia, entusiasmado por la experiencia que se le viene
Coinciden en que la navegación es la clave
Antes de cada edición del Dakar se efectúa un curso de navegación de GPS y lectura de la hoja de ruta. Como todo los años, la sede fue Buenos Aires y el instructor Benjamín Lozada. Los bolivianos que participaron del mismo, todos los debutantes a excepción de Miguel Bulacia, coinciden en que la navegación es un elemento clave para efectuar una buena competencia.
El GPS contiene el mapa digital de la carrera, la hoja de ruta, conocida como el ‘road book’. Los organizadores, expertos en prepararlas, tienen entre dos o tres ‘road book’ por cada etapa, dependiendo del factor climatológico, que obliga a efectuar variaciones sobre la marcha.
Cada etapa está formada por varios ‘way point’, que son los puntos de paso donde solo se puede llegar haciendo una buena lectura de la hoja de ruta y sus indicaciones.
LA ENTREVISTA
“Tengo un vehículo seguro”
Miguel Bulacia
¿Cómo surge la posibilidad de correr el rally Dakar?
Fue algo informal, Marco (Bulacia, su hermano) me dijo ¿y por qué no corrés el Dakar? Me gustó la idea y nos pusimos manos a la obra.
¿Qué hicieron?
Con la experiencia de Marco armamos la máquina, que la tuvimos lista para septiembre. Nos demoró algo así como cuatro meses.
¿Cómo le responde?
Muy bien, el FJ no es un vehículo veloz, pero es seguro y confiable. Garantiza que podamos concluir la competencia.
¿Qué espera del Dakar?
Que sea una carrera bonita, que con la ayuda de Marco podamos experimentar ese gustito que solo los fierros y la velocidad nos pueden dar
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