Conforme a esta explicación, el trazado implica que la carrera bordeará los municipios Tiahuanaco y Guaqui, además de la fronteriza población de Desaguadero.
Una vez en suelo nacional, los pilotos conocerán de cerca el lago navegable más alto del mundo y que integra a Perú y Bolivia.
Tras deleitarse con un paisaje sin igual, los pilotos proseguirán por el altiplano boliviano hacia La Paz, siguiendo una ruta de enlace hacia la rampa que será instalada en el estadio Hernando Siles. En 2017 se armó en la plaza San Francisco.
“Los pilotos llegarán al departamento de La Paz, cruzarán la ciudad de El Alto, bajaran por la Autopista hasta el estadio Hernando Siles de la urbe paceña, donde estará ubicado el podio principal donde se encontrarán autoridades de Gobierno y otras personalidades”, agregó la autoridad nacional.
Una vez que los competidores arriben a suelo paceño y pasen por la rampa, el siguiente paso es el viaje hasta el vivac instalado en el Colegio Militar del Ejército (Colmi), en la zona de Irpavi.
El viernes 12 será el día en el que la competencia tendrá un pequeño receso de 24 horas, antes de su partida a Uyuni el sábado 13.
Bordeará el salar
A diferencia de la edición 2015, cuando los pilotos de autos, motos y cuadriciclos atravesaron el salar de Uyuni (excepto camiones, que no ingresaron hasta 2016), en esta oportunidad el Viceministerio de Turismo anunció que el yacimiento salino será bordeado.
Según Cox, los motorizados partirán en caravana desde el Colmil hacia Cruce Kulluri en Oruro, punto de referencia para la largada hacia Uyuni.
En su trayecto, Cox nombró a las poblaciones de Belén de Andamarca y Salinas de Garci Mendoza, municipios que nuevamente ingresarán al mapa del Dakar y que garantizan un buen espectáculo.
En el arribo a Uyuni, los participantes del evento se alojarán por quinto año consecutivo en el regimiento IV de Infantería Loa.
El domingo 14, en las primeras horas del amanecer, los pilotos proseguirán hacia Tupiza, otro de los puntos donde Bolivia tendrá instalado el vivac, nuevamente en la zona de Mochará, a 30 kilómetros del municipio potosino.
El lunes 15 de diciembre, el Dakar dejará Bolivia con la conexión Tupiza-Villazón, poco antes de proseguir hacia Salta, ya en territorio argentino.
Por quinto año consecutivo, el rally Dakar ingresará a Bolivia, pero será la primera que unirá al país con Perú.
En 2014, Bolivia se unió con Chile, pero no con Argentina que forma parte del evento de manera ininterrumpida desde 2009.
Para 2015, Bolivia nuevamente tuvo contacto con Chile, pero Argentina no volvió a unirse con el país.
La edición 2016, además de incluir por vez primera a camiones en la ruta boliviana, unió a Bolivia y Argentina, únicos países en el recorrido.
Ya en 2017, Paraguay ingresó al recorrido, empero no llegó a tener etapa compartida con Bolivia. Sí lo hizo Argentina, en una edición en la que el país contó por vez primera con más de un vivac y superó a las versiones anteriores con cinco etapas.
PILOTOS PASAN TEMAS ADMINISTRATIVOS
Los competidores nacionales realizaron ayer las verificaciones administrativas de rigor que exige la Amaury Sport Organisation (ASO), a la espera de las últimas revisiones técnicas de los motorizados.
Para la versión 40 del rally Dakar, que comprenderá Perú, Bolivia y Argentina en 2018, 12 pilotos nacionales serán parte de la odisea en tres categorías: Juan Carlos Salvattierra, Fabricio Fuentes, Daniel Nosiglia, Walter Nosiglia Jr. y Danny Nogales (motos); Walter Nosiglia padre, Leonardo Martínez, Hernán Paredes y Suanny Martínez (cuadriciclos); Marco Bulacia, Luciano Pérez y Rilver Vásquez (autos) serán los que desafiarán las 14 etapas dispuestas.
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