No caben dudas de que la escudería rusa Kamaz-Master Sport Team es la dominadora en los últimos años de los camiones en el Dakar, pero ello no es solo gracias a los buenos pilotos que tiene en sus filas, sino también porque detrás hay un gran equipo que se encarga de preparar los vehículos para cada carrera.
A lo largo de los 40 años del Dakar esta marca se impuso en 14 oportunidades. La primera fue en 1996 con el ruso Viktor Moskovskikh, mientras que la última fue el año pasado con Eduard Nikolaev, la gran estrella que tiene en sus filas.
Además, desde que la competencia llegó a suelo sudamericano Kamaz se impuso en siete oportunidades. Solo la escudería italiana Iveco evitó el pleno de victorias al triunfar dos veces (2012 y 2016).
En esta nueva edición que comenzó la semana pasada en Perú, siguió en Bolivia y terminará este sábado en Argentina, los rusos van camino a un nuevo triunfo.
Pero estas alegrías tienen un gran personal tras bambalinas que trabaja arduamente.
El viernes pasado, durante el día de descanso, Marcas de La Razón habló con miembros de Kamaz para descubrir la labor que realizan.
Para dar una buena atención a los cuatro camiones de competencia, el equipo también trajo “cinco camiones de asistencia, uno es nuestro hotel para descansar. También una evacuadora por si acaso, dos jeeps y un autobús pequeño para asistencia”, detalla el ruso Ruslan Akhmadeev, navegante de su compatriota Dmitry Sotnikov.
Estos vehículos de asistencia, que incluso pueden llegar a ser más imponentes que los de competencia, tienen de todo: las gigantescas llantas para hacer varios recambios, grúas para levantarlas porque son demasiado pesadas, material de primer nivel en cuanto a mecánica y reparación.
Pero todo ello no serviría sin un personal adecuadamente preparado. “Tenemos 60 personas en equipo con diferentes labores, pero la mayoría son de asistencia”, recalca Akhmadeev.
Esto se pudo evidenciar porque en cada vehículo que arreglaban había hasta seis mecánicos trabajando.
Sobre las características de los camiones llegan hasta los 980 caballos de fuerza. “Tienen siete metros de longitud y tres metros de alto. Pesan 9,5 toneladas y la velocidad máxima es de 140 kilómetros por hora, que es por reglamento del Dakar”, explica el navegante.
El secreto para que la marca sea la dominadora entre los “gigantes” del Dakar, es que “no somos personas separadas, más bien somos un equipo, trabajamos todos juntos, nos ayudamos unos a otros. Una vez que alguien termina su trabajo, le brinda ayuda a los demás”, según Akhmadeev.
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