El príncipe catarí Nasser Al Attiyah, campeón del Dakar en autos en 2011 y 2015, recomendó ayer que esa competencia se siga corriendo por Bolivia por los miles de seguidores que hay y por el cariño que reciben los pilotos y equipos que llegan hasta sudamérica desde diversos paises del mundo para participar en la mayor prueba del deporte motor.
“Me gusta mucho Bolivia, tiene muy linda gente y estoy muy contento que sea parte del Dakar”, dijo Al-Attiyah en declaraciones a la ABI.
El sábado 20 terminó la 40 versión del Dakar en la ciudad argentina de Córdoba. El Dakar partió el 6 de enero de Lima para recorrer las dunas de Perú y atravesar el altiplano boliviano.
La ASO, organizadora de esa competencia, estableció que el cariño de la gente de Bolivia es la “marca registrada” del certamen.
A pesar de haber luchado hasta el último en el Dakar 2018, no se le hizo el triunfo al experimentado piloto catarí que buscaba su tercera victoria en coches y se quedó con el segundo puesto, detrás del español Carlos Sainz.
Como cada año el príncipe catarí demostró su destreza y valentía al encarar los desafíos de la carrera más peligrosa del mundo a toda velocidad, aunque contó que soltó el acelerador para saludar al público y al presidente Evo Morales, con quien se tomó una foto y asegura tener una “buena relación”.
Y ante los rumores de que el Dakar ya no se correría el siguiente año por suelo boliviano, aseguró que extrañaría el cariño y el gran recibimiento que la gente hace a los pilotos que suben a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
“Yo recomendaría que el Dakar se siga haciendo allí, porque se nota que hay muchos fans, que les gusta el Dakar en Bolivia”, remarcó Al-Attiyah antes de retornar a su país.
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