Si hay un piloto del rally Dakar que conoce a la perfección a Laia Sanz ese es el portugués Pedro Bianchi Prata, su pareja desde hace año y medio. El oriundo de Oporto, de 41 años, cumple su octavo Dakar como piloto y ha ejercido de team mánager de su propio equipo. Cracks como sus compatriotas Helder Rodrigues y Paulo Gonçalves fueron pilotos suyos y tiene criterio para reconocer las cualidades de Laia Sanz como piloto, a la que ve como un potencial top-5 del Dakar, aunque la catalana no quiere ni oir hablar de ello: “Pedro se flipa, lo dice porque es mi hombre, tonterías”.
“Tengo mucha experiencia de muchos años con pilotos que pasaron por mis equipos y Laia es de los pilotos más profesionales que conozco. Tiene una organización perfecta de tiempo y espacio para entender lo que tiene que hacer y cómo lo va a hacer y es muy metódica en su trabajo”, asegura.
Laia Sanz siempre es pudorosa a la hora de confesar objetivos pero Pedro, que sabe como entrena y se prepara con la máxima disciplina y dedicación, asegura que “Laia puede ser top-5 del Dakar. A mí me gusta hacer táctica de carrera y hay que pensar en una plaza para lograr el objetivo, así lo hice con Paulo y Helder cuando fueron mis pilotos. A Laia no le gusta que se lo diga, pero es lo que yo pienso. Tiene las cualidades y le falta terminar de creérselo. Hay pilotos muy rápidos para ganar etapas pero es difícil un piloto tan completo como ella, que navega bien, que tiene cabeza, que sabe estar cada día y el Dakar es un conjunto de todos los días. Con el nivel de pilotaje, navegación, moto y equipo que tiene, si no pasa nada todos los días estará delante. La primera semana es muy importante que esté en el top-15 y si lo consigue, fácil entrará top-10 a mitad de la segunda semana y terminará bien el Dakar”, calcula.
Dice que “para ella es más fácil hacer el top-5 que ganar una especial, no digo que no pueda ganar una, porque tiene el talento y velocidad para ello, pero hay 20 para ganar especiales y no hay 20 para hacer top-5”, apunta el portugués.
Reconoce que en los rally-raids “hay un poco de machismo porque es la primera mujer que va igual que nosotros los hombres, se bate, no tiene miedo y cada año va mejor”, de ahí que el pasado año el eslovaco Jakes se esforzara tanto en la última especial por robarle la octava plaza en la general.
Apunta Pedro que “todos mis amigos del Dakar me hacen un poco de broma, pero lo acepto muy bien porque, primero, estoy muy orgulloso de ella en todo lo que hace y como lo hace y segundo porque es espectacular poder ir a entrenar con mi novia y andar ‘full gas’. Este año hicimos dos carreras juntos, el Trans Anatolia y el Merzouga, y teníamos un pequeño pique cada día, pero es difícil ganarle una etapa porque es un piloto espectacular,tiene una moto muy buena y es muy competitiva, pero espero en 13 o 14 etapas ganarle una o dos”.
Lo de compartir carrera como pareja sentimental dice que “es difícil porque estamos concentrados compitiendo, la profesión es de riesgo y piensas en que ella esté bien. No nos vemos en todo el día y es importante mantener la calma. Yo confío en ella y ella en mi y sabemos que ninguno de los dos hace el loco”.
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