Con la maleta en la mano y evidente cansancio, el piloto boliviano Fortunato Maldonado retornó al país, después de abandonar la carrera más dura que finalizó el sábado en Rosario, Argentina donde se proclamaron a los campeones de una versión más del Rally Dakar, que trajo consigo algarabía al país.
Maldonado (en su Toyota) estaba en el grupo de 11 competidores nacionales que se anotaron a esta prueba, cada uno se fue con la ilusión de acomodarse entre los 30 mejores, pero en el camino ese sueño se fue destrozando porque quedó claro que los fierros no aguantan todo.
“Esta nueva versión me deja una enseñanza importante, debo trabajar más para llegar en mejores condiciones. Estoy convencido que no existe la suerte, es el trabajo que te permite cumplir con los sueños”, declaró el piloto de 69 años de edad quien intervino en la prueba por tercera vez y no logró completar la ruta en dos ocasiones (2015 y 16).
Fallas en su máquina lo dejaron en el camino, algo que no es nuevo para él porque el pasado año tuvo las mismas dificultades. “Tengo que trabajar más en armar la máquina para el próximo Dakar, con el apoyo de mis hijos y nietos lo haremos, este es un legado que queremos dejar. En cada carrera uno gana experiencia”.
La pasada temporada llegó hasta la etapa tres, este año se registró hasta la séptima etapa (puesto 65), en la octava ya no fue anotado en el tablero que controla la Aso, algo que no le permitió cumplir su sueño.
Para Maldonado el reto de una siguiente versión está dada, pero aún no estáoficialmentedecidido si el Dakar volverá a pasar por territorio sudamericano, se dice que para el 2017 se trasladará hasta Estados Unidos, también se indica que Chile volverá a ser parte del recorrido, lo cierto es que en el mes de marzo se conocerá la determinación de la organización.
Maldonado no es el único piloto boliviano que se quedó con la ganas de llegar a la meta, el primero en tropezar problemas fue Luis Barbery, el piloto sufrió el incendio de su auto después de completar la segunda etapa cronometrada (4 de enero), no se corrió la primera. “Afortunadamente no le pasó nada a mi equipo y a mí, fue una noche muy difícil porque no se pudo hacer nada, el fuego consumió rápido el vehículo”, contó.
De igual manera el competidor de motos, Danny Nogales tuvo que hacer maletas con antelación, hasta la etapa ocho estaba en el puesto número 105, después los organizadores le dijeron que no completaría el recorrido porque no estaba en condiciones, hecho que no agradó al cochabambino.
La mala fortuna también les jugó una mala pasada a Julio César Roca y Delio Velásquez (autos), el primero fue registrado hasta la novena etapa (puesto número 71), en tanto que el segundo hasta el octavo (81). A lameta llegaron seis corredores bolivianos.
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