domingo, 10 de enero de 2016

EN SU PASO POR ORURO Camiones fueron "el cherry sobre la torta" en el Dakar

La categoría que más emocionó al público que vio el Dakar en Oruro, fueron los camiones. A muchos dejó con la boca abierta, otros observaron como si fuese un sueño. Un "uhhhh" se escuchaba de la voz de varios espectadores al observar su paso por el sector del cruce a San Martín, situado a 25 kilómetros al Norte de Salinas de Garci Mendoza.

"¡Qué capos!", "Ni persiguiendo a los delincuentes daría una vuelta como ellos lo hicieron", dijo un uniformado policial. "Esta es la verdadera adrenalina", señaló un espectador. "Lo que he visto no me lo creerán mis amigos", afirmó otro ciudadano quienes a su manera calificaban el paso de los camiones, que solo causó sensación.

A las 13:49 horas del viernes 8 de enero pasó por ese lugar el camión 502, el primero de esta categoría, conducido por la tripulación rusa, Eduard Nikolaev, Evgeny Yakovlev y Vladimir Rybacov. Gritos de admiración del público se escuchó en ese momento.

Lo interesante fue que este camión se pasó recto, sin tomar en cuenta el desvío para seguir el camino que los llevaría hasta Huaylloco, donde estaba la meta para esta categoría.

Los asistentes comentaron esa maniobra y algunos pedían a los policías que les hagan retornar para que tomen el camino correcto. Sin embargo, después de un par de minutos, volvieron al lugar y subieron la pequeña cuesta para empalmar el camino, primero a San Martín y luego a Huaylloco.

El camión que dejó pasmados y con la boca abierta a todos los espectadores del lugar fue el 505 tripulado por los checoslovacos, Martín Kolomy, David Kilian y René Kilian. Tomó la semi curva a gran velocidad y para empalmar la curva cerrada para luego ir por la loma, lo hizo raudamente que no hubo tiempo para el respiro.

Los asistentes aplaudieron la maniobra y se notó una expresión similar, cuando un equipo de fútbol mete un gol en un partido. Los que se encontraban metros hacia el norte de ese sitio corrieron para acomodarse en el cerro y observar el manejo de los otros competidores en la categoría camiones.

Los corredores en la mayoría de los casos fueron recibidos y despedidos con aplausos, gritos, saludos y el ondear de banderas. Algunos pilotos respondieron haciendo sonar sus bocinas que arrancaban gritos de emoción.

Los motorizados ronceaban antes de llegar a la curva cerrada, era como si se fueran a volcar al lado derecho de la pista, pero su habilidad pudo más que eso.

En unos cuantos casos, los competidores se pasaron del camino. Los asistentes pidieron a los policías que les hagan señas para que tomen la vía correcta. Las señoras fueron las que más protestaban al respecto, sin embargo, desconocían que el piloto va con dos navegantes, quienes indican el trayecto que debe seguir el vehículo.

Se vivieron momentos de mucha adrenalina por la velocidad que imprimían o cuando se acercaban entre dos o tres camiones casi al mismo tiempo. El público pese a la hora de transcurrida de la competencia no se cansaba de ver y ovacionar a los corredores. En otras palabras no querían que se acabe el paso de los camiones, al final fue el "cherry sobre la torta" del Dakar que dejó contentos a todos.

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