Uyuni recibirá su cuarto Dakar consecutivo, pero a diferencia de los tres anteriores, lo hará de manera menos pomposa, al haber dejado de ser en esta ocasión el corazón de la carrera en Bolivia.
“El año pasado y anteriores fue la cúspide del Dakar aquí, en Uyuni. Ha estado toda la logística, todo el show, el epicentro era Uyuni. Ahora es más mesurado, porque también coincide con la etapa maratón, que es la más dura, la más difícil. Siguiendo ese ritmo estamos también un poco austeros en eso”, dijo Patricio Mendoza, alcalde de este municipio.
La carrera, que llegó ayer a la sede de gobierno de Bolivia, donde tendrá hoy una jornada de descanso, se reanudará mañana con la séptima etapa entre La Paz y Uyuni.
Mientras que el martes el Dakar se irá del país con la octava que unirá Uyuni con la argentina Salta.
“Ahora solamente hemos tomado en cuenta los servicios básicos y necesarios, no habrá ningún show”, agregó la autoridad.
En 2014 el Dakar ingresó a territorio boliviano por primera vez por solo un día con motos y cuadriciclos. Un año después la estancia fue de dos jornadas: primero ingresaron las motos y cuadriciclos y al día siguiente los coches. Mientras que en 2016 la prueba tuvo tres jornadas y corrieron todas las categorías.
En todas ellas el centro de atención mayor era Uyuni, donde estuvo la rampa de bienvenida. Además, la celebración no solo se centró a la acogida a los protagonistas de la prueba, sino que hubo diferentes ferias: gastronómicas, culturales y musicales.
Este año, en cambio, los podios fueron ubicados en Oruro y La Paz, lo que redujo la expectativa en Uyuni.
“Antes acá era el epicentro, ahora ya no, de eso se ha informado la gente. Por ejemplo la mayor cantidad venía de la parte del norte: La Paz, Oruro, Potosí. Ahora está pasando por esos lugares, entonces ya no están viniendo los espectadores. En esa medida, de las 200.000 personas que hemos tenido registrados el anterior año ahora vamos a tener seguramente una cuarta parte, es decir, 50.000 visitantes. Los registros los tomamos de los distintos hospedajes, tanto los oficiales como los temporales”, señaló Mendoza.
La menor afluencia de gente este año también hizo que la seguridad se reduzca en gran medida. La gestión pasada hubo 1.000 policías, ahora serán 300: “Estarán en todo el municipio de Uyuni, que implica, ciudad y los puntos de la largada deportiva”.
Al igual que en Tupiza solo habrá un palco oficial para recibir a los pilotos, ubicado sobre la avenida Ferroviaria, al frente del Regimiento Loa. En ese lugar estarán varias autoridades municipales, además del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
“Ahora seremos más conservadores. En Uyuni seguiremos lo que en realidad es el Dakar, sin mucho show. Estoy seguro de que la gente que vendrá en esta oportunidad será para ver a los pilotos en una de las etapas más complicadas”, apuntó el Alcalde.
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