Los navegantes, el apoyo de los pilotos

Durante los 12 días de competencia del Rally Dakar con cerca de 9.000 kilómetros por delante, soportando las inclemencias del tiempo y encarando diferentes problemas mecánicos, los siete corredores bolivianos en la categoría coches estuvieron acompañados por los navegantes,

asistentes que colocaron el hombro para atravesar esta aventura.
Rodrigo Gutiérrez llegó en el puesto 16 en la general, parte de este éxito tuvo como responsable a su navegante, el español Joan Rubi.
Marco Bulacia (puesto 20) fue asistido dentro del habitáculo por el argentino Claudio Bustos, debutante en este evento deportivo. Eduardo Peredo (sitio 25) afrontó su primer Dakar con el argentino Eugenio Arrieta a su lado. Para el navegante esta fue su segunda participación consecutiva y este binomio logró el título de la división T1.S. Julio César Roca (puesto 41) volvió a unir fuerzas con Hernán Daza (Bolivia); desde el 2012 hasta el 2015 fueron binomio -en 2016 fue copiloto de Luis Barbery- y en la edición 2017 mejoraron sus anteriores resultados. Orlando Careaga (sitio 48) transitó por primera vez por las rutas del Rally Dakar, para esta experiencia colocó a su lado al chileno Enzo Conrado Yupanqui. Barbery (sitio 55) afrontó su sexto Dakar con su copiloto Abel Salazar (Bolivia), un hombre de confianza. Fortunato Maldonado abandonó la carrera en la tercera etapa por fallas mecánicas, las adversidades que tuvo las afrontó con Víctor Alanoca (Bolivia).

Mochileros
El argentino Pablo Rodríguez (48 en motos) fue el “mochilero” de Juan Carlos Salvatierra y el argentino Santiago Hansen (séptimo en cuadriciclos) fue el “mochilero” del Team Nosiglia. Su tarea era asistir a sus compañeros en caso de que requieren alguna pieza de su máquina o colaboración para resolver una falla mecánica.