El cuadra de Walter Nosiglia no pudo dar más, el chuquisaqueño estaba para ganar la etapa y el Dakar. Pero, así son los fierros, un problema en el chasis le impidió a Nosiglia de dar esa gran alegría al país.
Ocurrió a 40 kilómetros de la partida de Tupiza, cuando pensaba dar con todo al cuadra y rebasar a cuanto piloto o auto se le cruce sobre el camino. Pero, el cuadra no dio y Walter Nosiglia tuvo que abandonar la competencia, dejando un nudo en la garganta de todos los aficionados nacionales que esperaban otra gran alegría como la del día anterior, cuando Nosiglia ganó la etapa, ese rato había tocado el cielo con las manos y pensó que podía dar algo más, el cuadra no aguantó tanto entusiasmo.
Tras el abandono, fue el traslado a Oruro, donde lo esperaba la gente, aquella a quienes había ilusionado con su performance.
En el podio, con el Presidente Evo Morales mirando a la distancia, contó lo que sucedió con tristeza: “A la salida, en el kilómetro cuarenta se rompió la tapa de la corona, los fierros dijeron basta y ahí estamos, era imposible seguir, llegó mi mochilero (Santiago Hansen), hemos hecho todo lo posible por resolverlo, pero era un problema que no se pudo solucionar”.
Quiso tomar las cosas con calma, por dentro estaba destrozado, pero levantó la cabeza.
“Estoy agradecido con Dios por haberme permitido correr cuatro etapas y de las cuatro haber ganado dos, estoy muy agradecido, estamos con todas las pilas puestas, al año será, vamos a dar todo lo que podamos para el año siguiente”, afirmó con tristeza. Se emocionó con los aplausos, quiso dejar caer algunas lágrimas: “todo es para Bolivia, les agradezco, gracias por tanto apoyo, por lo menos hemos podido regalarles dos etapas en este Dakar. Muchas gracias por todo su apoyo, por tanto cariño, no merezco tanto, estoy contento de ser boliviano, estoy feliz de estar en Oruro”.
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