La pasión por el Dakar no distingue de profesiones. Con la publicación de la lista oficial de participantes para la edición 2018 de esta dura competencia, el nombre de un personaje ligado al fútbol llamó la atención de muchos: André Villas-Boas correrá el rally-raid más complicado del mundo.
A sus 40 años, el exentrenador del Chelsea de Inglaterra ha dejado por un momento la dirección técnica para cumplir su sueño de participar en el Dakar. De hecho, Villas-Boas nunca ocultó su pasión por las máquinas motorizadas. Su gusto por las motocicletas y el off-road lo llevó a ser cuestionado por la prensa británica. Ocurre que, por temas de seguridad, su plantel de jugadores estaba prohibido de conducir motocicletas. Sin embargo, André Villas-Boas no estuvo dispuesto a dejar su pasión de lado, la que incluso lo llevó a competir en la Baja Portalegre 2016 montado sobre una KTM.
Lo cierto es que en el Dakar 2018 podremos ver a Villas-Boas al volante de un Toyota T1.1 del equipo Overdrive. En el dorsal llevará el número #346 y tendrá como copiloto al experimentado portugués Ruben Faria, segundo en el Dakar de 2013 en motos y que se retiró el año pasado para dirigir el equipo Husqvarna, aunque mantuvo su participación en el campeonato de Portugal de todo terreno. Villas-Boas siempre fue un gran aficionado al motocross, aunque su temprano éxito como entrenador le alejó de esa pasión.
Con su participación en el Dakar, el técnico seguirá los pasos de su tío Pedro Villas-Boas, que lo corrió en la edición de 1982.
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