Fabricio Fuentes tarda más de 15 minutos para conceder una entrevista a un medio de comunicación francés, que lo espera con paciencia, pues el piloto boliviano está ocupado saludando a la gente que se encuentra en la parte externa del vivac, donde estacionan los coches competidores del Dakar 2016 y los pilotos descansan.
Con unas sandalias llenas de polvo, un pantalón corto azul, una camiseta roja con bandas amarillas y verdes, y su tradicional sombrero chaqueño, rompe la seguridad militar para acercarse al público que está detrás de las rejas. “Seguí con la humildad, hermano, te va a llevar a la grandeza”, le grita uno de los aficionados que le dan la mano, para después sacarse una selfi con él para el recuerdo.
Fuentes es uno de los pilotos nacionales que sin estar adelante en la prueba se ha ganado el cariño de la gente.
“Siento una emoción única, mucho orgullo. Agradezco a Dios que me haya dado esta posibilidad, y ahora tenemos que hacer nuestro trabajo”, señala mientras agradece.
Según anuncia el piloto de motociclismo, con su equipo tienen una estrategia para afrontar las etapas más duras, que se prevé estarán en Argentina. “Vamos a seguir con esa perseverancia y constancia, con la decisión de conseguir el objetivo: terminar el Dakar y estar entre los 30 mejores”.
Sus seguidores le piden que emita su tradicional grito chaqueño, lo hace y recibe más aplausos y vítores, por lo que el motociclista promete repetirlo. “Lo vamos a hacer en Rosario (Argentina, en la meta del Dakar) y gritaremos mar para Bolivia”, dice Fabricio antes de entrar a su camión para descansar, aunque quiere volver a saludar a la gente, así es que sale del vivac y vuelve a encontrarse con ella, no para de estrecharle la mano y de sacarse fotografías para el recuerdo.
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