Eduardo “Happy” Peredo, bicampeón sudamericano, vendió su coche a Pedro Pablo Calbimonte.

Eduardo “Happy” Peredo, bicampeón sudamericano, vendió su coche a Pedro Pablo Calbimonte.

Por lo que se darán los primeros pasos de Calbimonte en las competencias de automovilismo, donde espera conseguir los éxitos de Eduardo “Happy” Peredo.

Y, ahí no paró todo.

Ambos están intercambiando conocimientos. Peredo es piloto de rally y Calbimonte de pista, por lo que se anticipa una dupla explosiva en el automovilismo, que seguro que dará que hablar y mucho en la próxima gestión que tendrá un aperitivo más para hacerlo más atrayente.

El objetivo es ser protagonistas en el campeonato nacional de la siguiente temporada, para esto vienen intercambiando los “secretos” que tienen ambas especialidades, en las cuales cada uno tiene su experiencia.

Manejar un coche de competición, en pisos como ser tierra, hielo o asfalto, tiene su forma de encarar la manera de conducir, pero más allá de este hecho, está el talento como base para lograr objetivos propuestos.

Peredo y Calbimonte, pilotos perspicaces, con la diferencia que el segundo tiene la escuela del karting, que es ahí donde aprende a conducir, ya que están casi en contacto con el suelo, además que no lleva embrague; osea que cualquier maniobra en las que se debe entrar a las curvas no alejándose del trazo del autódromo, es una de los aprendizajes de los pilotos de pista.

Un ejemplo en rallies, siempre se transita en piso de tierra y de vez en cuando aparece un “no se ve”, que significa salto pero con desconocimiento de que a la salida es izquierda o derecha y el binomio debe interpretar su hoja de ruta, elemento importante. Esa diferencia con la especialidad de pista, es donde se calcula el frenaje considerando que debe salir rápido.

Sin duda, Peredo es el mejor exponente del automovilismo deportivo nacional y Calbimonte es el único piloto que maneja coches de F-3.

Al año serán rivales, pero hoy son buenos amigos y comparten experiencias.