miércoles, 14 de enero de 2015

Iquique y Uyuni, el temor de los pilotos

Ambas ciudades ofrecieron condiciones de clima extremas. El desierto de Atacama y el Salar boliviano fueron los contrastes

Iquique (Chile) y el Salar de Uyuni fueron los escenarios mágicos en los que los vehículos regalaron un espectáculo lleno de adrenalina y en donde probaron su gallardía, puesto que sus terrenos y climas adversos desafiaron a los pilotos internacionales.

De hecho, el propio Marc Coma (KTM, motos), campeón del Dakar 2014, apretó el botón de alarma y criticó duramente las extremas condiciones climáticas que supuso el paso de la competencia por el desierto de sal.

En la sexta etapa (Antofagasta-Iquique), cuando los corredores arribaron al centro iquiqueño, todo fue un show que conjugó música y una puesta en escena importante, aunque los ciudadanos chilenos no se mostraron precisamente muy emocionados por el paso del Rally.

Fueron las banderas bolivianas las que flamearon en las calles de la Plaza Prat. Los lugareños recibieron banderines que fueron repartidos por la organización local.

La etapa siete (Iquique-Uyuni) desafió la capacidad corporal de los pilotos, que debieron aguantar pasar por diferentes temperaturas. El territorio trasandino ofreció calor extremo, mientras que la entrada al Salar dejó a más de uno fuera de carrera debido al frío extremo, a casi 4 mil metros sobre el nivel del mar.

Luego de ello, la odisea volvió a tomar el mismo rumbo. Nuevamente, los competidores se alistaron para retornar a Iquique por las peligrosas dunas chilenas en lo que significó el tramo Uyuni-Iquique.

Los terrenos de ayer no fueron la excepción. El desierto de Atacama despidió a los pilotos tras jornadas en las que la desesperación se adueñó de varios desertores.

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