miércoles, 14 de enero de 2015

Don Fortu se quita el overol de piloto y aconseja a los jóvenes

Con ceño fruncido, la piel castigada por los rayos del sol y una postura contraída que habla de su humildad, Fortunato Maldonado deja su pose de piloto para adoptar la de abuelo protector y da rienda suelta a sus consejos.

“La idea es que los ojos estén en los niños para que ellos tengan una actividad fuera de la bebida. Deben hacer gimnasia, natación fútbol, de todo”, razonó el paceño de mayor edad dentro del Team Bolivia (68 años).

Quien lo ve, así de simple, difícilmente puede creer que se trata de un hombre que atravesó desiertos y dunas chilenas en el Dakar, donde ya dejó su legado con tinte indeleble tras su valentía al volante.

Está conforme con su actuación en la contienda, pero tampoco la pasó totalmente bien, de ahí que su auto sufrió un problema técnico y el paceño tuvo que dejar la carrera.

Por ello, don Fortunato resaltó que una de las necesidades elementales para competir es que los vehículos cuenten con aire acondicionado para soportar el calor extremo en algunos sectores.

“Todo vehículo tiene que llevar aire. Con el overol térmico y el casco, el calor llega a 60 grados. Uno se desespera y empieza a cometer errores”, analizó.

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