Fabricio Fuentes, lejos está de ser un piloto que viva pura y exclusivamente de la actividad deportiva, tiene su empresa y familia a los cuales desea brindarles mayor atención luego de haber sido por dos semanas en el rally Dakar, el súper héroe y símbolo deportivo de los tarijeños.
“Ahora me toca volver a la realidad con mi trabajo y la familia. Los compromisos no paran, pero eso no me quita la felicidad de haber participado y concluido el Dakar. Vamos a reactivar mi empresa, oficina, ingresos, gente que me colabora y todo lo que incumbe a transportes El Dorado”, indicó Fabricio Fuentes que ya se encuentra en Villa Montes.
“También quiero abrirme un espacio para dedicarle tiempo a mi familia, porque ellos fueron el pilar fundamental para que yo pueda encarar una carrera donde llegué con menos condiciones que otros pilotos nacionales. De aquí a unos días recién me sentaré a planificar lo que el Dakar 2016”, acotó sobre lo que se le viene.
Cuando le consultamos acerca de las sensaciones que le dejó la competencia motor más dura del planeta, resaltó que se dio cuenta que los regionalismos son innecesarios y que al fin y al cabo, todos somos bolivianos para el resto del mundo.
“Primeramente debo agradecer a la gente en Tarija que me apoyó para que siga con fuerzas ya que pude mostrar a todo Bolivia y el mundo mi región. Me siento orgulloso de lo que soy y comprendí que no debe existir regionalismo, porque puedo decir que soy chaqueño o tú chapaco, pero lo que nos engloba es que ambos somos tarijeños”, señaló.
“Yo no busco la fama, sino más bien mostrar mi tierra. Esto no podría haber sido posible sin las personas que me brindaron su apoyo, Toyosa, Boa y la Gobernación de Caraparí que fue la única institución pública que me ayudó con por lo menos llantas”, afirmó.
La última pregunta al villamontino tuvo que ver sobre las percepciones que se llevaron los extranjeros y ASO (organizadora del Dakar) de Bolivia como país aficionado al deporte.
“Somos una nación muy admirada tanto por ASO como por el resto de los pilotos que ingresaron para competir. Se llevaron la impresión de que la gente boliviana es muy solidaria porque colaboraba sin importar la nacionalidad. Yo tuve una experiencia muy linda en Uyuni cuando estábamos parados por un río y los aficionados se metían al agua para hacernos llegar café caliente, ni la lluvia detuvo la pasión en Bolivia”, finalizó.
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