Apasionado, sencillo, emprendedor y enamorado de su tierra, es el piloto villamontino Fabricio Fuentes. Ayer en su llegada a Uyuni, demostró ser ejemplo de deportista y ser símbolo del departamento de Tarija.
Haber llegado a Uyuni significó mucho en la existencia de Fabricio. Él es un apasionado de lo que hace y no tiene nada más importante que su familia y el moticiclismo. Si bien se lo notó alegre en la rampla, por dentro estaba realizado y emocionado por lo que logró.
Detrás de un Dakar, hay historias de vida, y la de Fuentes es una de lucha, entrega y compromiso. De no darse por vencido, de continuar ante la adversidad y de saber que el legado que lleva es más fuerte que los momentos malos que se le puedan suscitar. Es alguien que siempre tiene una sonrisa y frase optimista para seguir.
Si bien ama su origen, en su discurso lejos estuvo de mandar un mensaje regionalista por ser de la provincia Gran Chaco o del departamento de Tarija, fue efusivo y declaró estar orgulloso de ser chaqueño, tarijeño y boliviano. Nos hizo sentir que los egoísmos entre bolivianos son absurdos y que juntos somos más fuertes.
Fuentes demostró también que no importa si las autoridades departamentales le cerraron puertas o que si tenía auspiciadores justos y cabales. El invirtió su tiempo, dinero y esfuerzo para mostrar al mundo que los tarijeños pueden pensar en grande y estar entre los mejores del planeta.
Por estos y otros valores más que demostró hasta lo que va de Dakar, Fabricio es un ejemplo de deportista y de tarijeño
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