Una treintena de vehículos transporta a más de un centenar de personas desde hace dos días desde Jujuy, en Argentina, hasta Thola en Potosí Bolivia, uniendo las comunidades que enlazará la etapa en Bolivia, del Rally Dakar 2014, en la especialidad de cuatrimotores y motocicletas.
Si el paso hacia el lado compatriota de la frontera entre Argentina y Bolivia fue una verdadera fiesta en Villazón, que recibió a la caravana con un acto especial en la plazoleta Simón Bolívar, la llegada a Tupiza fue simplemente emocionante. En cuanto la caravana ingresó al pueblo, una docena de jinetes de la denominada caballería Chicheña guió el paso de los vehículos que transportan periodistas, autoridades de Estado y hoteleros por todo el pueblo.
La explosión de los casquillos de herradura en las estrechas calles se confundió con el rugir de los motores de los vehículos 4x4 de última generación que conforman la caravana del Rally, y que solo unos diez minutos antes, había pasado por el lugar histórico de Suipacha.
Ya en la plaza principal e ingresando por la calle Gualberto Villarroel, una multitud se reunió para saludar a los visitantes, mientras el maestro Wilfredo Vargas interpretaba algunas de sus composiciones y los jóvenes del ballet folklórico municipal de Tupiza realizaron una exhibición de destreza.
La caravana pasó allí la noche y retomó camino al pie de los faroles de la plaza principal de Tupiza, que según explicaron las autoridades es casi un hecho que será el punto final de una etapa del Rally que comenzará en Salta, Argentina, y será el lugar en el que los competidores pasarán la noche.
El reto de Tupiza ahora es mejorar sus servicios básicos, hoteleros y gastronómicos para multiplicar su capacidad hotelera, que de momento es para unas tres mil personas y debe llegar por lo menos a las 20 mil y están decididos a lograr el objetivo en el momento de la carrera que será en enero de 2014.
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