Inundaciones amenazan el inicio del Dakar

EL DATO

El Dakar comienza el sábado 2 de enero con la largada simbólica y un prólogo entre Buenos Aires y Rosario.

El Rally Dakar 2016 arranca el próximo sábado, con el prólogo entre Buenos Aires y Rosario, pero los ojos en Argentina miran hacia otro lado. Las graves inundaciones que padece el Litoral, con hasta el momento tres muertos y más de 20.000 evacuados; declarado en Estado de Emergencia, podrían producir alteraciones en la ruta de la competencia.

Rosario, final del prólogo inaugural y punto de partida de la primera etapa (el domingo, con rumbo a Villa Carlos Paz), es la capital de la provincia de Santa Fe. El río Paraná es uno de los principales causantes de la alarma en las últimas horas junto al Uruguay y el Paraguay, que bañan la ciudad.

También existe preocupación sobre el caudal del Paraná. “En Rosario, el Instituto Nacional del Agua (INA) emitió un informe donde estima que para el 2 de enero próximo vamos a tener 5,19 metros, superando el nivel de alerta para esa ciudad”, afirmó Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil de la provincia al diario local La Capital.

Estas inundaciones podrían afectar seriamente algunas de las zonas por las que debe transitar la carrera en sus primeras etapas.

La primera entre Rosario y Santa Fe debe ser en su mayor parte muy cerca al río, aunque esta etapa se disputará el domingo, cuando es probable que algunos caminos estén poco menos que impracticables.

Estas inundaciones son consecuencia de las intensas tormentas causadas por el fenómeno climático de El Niño (calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, el cual se manifiesta erráticamente cíclico), que además amenaza con fuertes lluvias cuando la carrera llegue a Bolivia y temperaturas muy elevadas durante la segunda semana de carrera por territorio argentino.

Las previsiones de que este fenómeno sea particularmente virulento este año llevó a Perú a desistir del paso de la prueba por ese país; la salida debía haber sido Lima, pero las autoridades peruanas informaron hace unos meses que los fondos destinados inicialmente a organizar y apoyar la prueba, se reservaban para paliar los efectos de las inundaciones.

Precisamente fueron las inundaciones del pasado año en Atacama y otras zonas de Chile las que hicieron que ese país se desvinculara de la prueba para dedicar los fondos a solucionar los problemas derivados de los mismos.