La Gacela, una KTM 450, es la moto que usará en la prueba más dura del planeta, en la que pretende mejorar lo hecho en su anterior participación en la carrera, en la que no le fue bien.
Este año compitió en el Dakar con otra KTM, La Bolivianita, equipo que le sirvió para entrenarse durante este tiempo.
“Se trata de una moto con nuevo formato, es más liviana y versátil, con mejores condiciones. Es una moto no oficial, diferente a las que usarán los del equipo KTM”, aclaró el chaqueño.
Agregó que el motorizado salió de fábrica en octubre, por eso decidió que la trasladen en forma directa a Perú. “Sabemos que ya está en el puerto de Callao y esperamos manejarla los días 2, 3 y 4, viajaré Dios mediante el 1 de enero”. Correrá luego de superar varias lesiones que sufrió durante la competencia de 2018, cuando en la cuarta etapa se accidentó y tuvo que dejar la carrera.
En esa oportunidad sufrió la fractura de tibia y peroné, tres costillas que complicaron los pulmones y seis vértebras. “Fue duro volver a manejar la moto después de siete meses. Fuimos al Desafío Inca, donde vimos nuestras deficiencias y luego las corregimos con el Chino Freites, un experto de motociclismo”, contó. Apuntó que también contrató los servicios de un preparador físico argentino que le ayudó a recuperarse.
En la competencia contará con la asistencia del equipo polaco Dusst, pero también viajará con él su mecánico Alberto Durán, “es como un médico de cabecera”.
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