jueves, 24 de enero de 2019

Daniel Nosiglia Jager: ‘Este 2019 ya quisiera ser piloto profesional’



Daniel Nosiglia cumplió con su mejor Dakar hasta la fecha. Fue décimo en la clasificación general de motos y terminó segundo en la novena etapa, algo que ningún otro boliviano consiguió en esta categoría.

Luego de ese desempeño, espera convertirse en un piloto profesional en este año. Ya tuvo acercamientos con escuderías profesionales.

Este Dakar también fue emotivo para él por el accidente que sufrió su hermano Wálter junior en la tercera etapa, pero logró reponerse.

— ¿Cómo se siente por la carrera que hizo?

— Ha sido increíble. Fue un Dakar muy bueno para mí. Definitivamente lo hemos dado todo desde el día uno y creo que ha sido un Dakar en lo anímico muy fuerte para mi familia, para el equipo, que lo hemos sabido manejar y administrar durante toda la carrera.

— ¿Pensaba que lograría este desempeño?

— Parte del objetivo era ése. Obviamente cuando pasó lo del accidente (de su hermano Wálter junior) todo se me fue por la cabeza. Día a día fuimos trabajando para recuperar esa motivación.

— ¿Quería ser Top-10?

— Era un sueño. Gracias a Dios se pudo lograr. Creo que ha sido también el trabajo que hemos hecho, no solamente yo, sino todo el equipo, todas las personas que me han rodeado y han sido parte de esto, todos los sponsors también, a quien les doy un agradecimiento especial.

— Ahora es un piloto de élite, ¿qué piensa de eso?

— Es algo increíble. Un año más he sido el mejor piloto privado y ahora paso a ser un piloto de élite. Esperemos que pase a ser un piloto profesional en este año y podamos conseguir un equipo con el que estemos al 100%.

— ¿Ese es su objetivo?

— Este 2019 ya quisiera ser piloto profesional. Hubo algunos acercamientos con algunos equipos. No es algo muy sencillo, pero esperemos en los siguientes meses una noticia o algo para llegar al sueño de todo deportista.

— ¿Qué le dijo su equipo Honda por su carrera?

— Están contentísimos. Superé sus expectativas. Ellos como equipo querían solamente que termine y muy feliz por el resultado también.

— ¿Esto le abre las puertas para que Honda lo siga tomando en cuenta?

— Creo que sí. Esperemos que así sea, ya hubo acercamientos, toca esperar y ver qué posibilidades hay.

— ¿Cómo vivió el accidente de su hermano?

— En la etapa tres, para la largada, mi hermano partió del puesto 15 y yo 17, entonces en el kilómetro 21 lo encontré en el piso junto a Franco Caimi y Luciano Benavides, que estaban detrás de él. En ese momento tocó hacer la asistencia, llamamos al helicóptero, que llegó súper rápido.

Ha sido muy duro porque le estaba costando respirar, seguía todavía inconsciente y no sabíamos realmente qué era lo que tenía.

A simple vista lo que pudimos ver era que el brazo (derecho) lo tenía chueco.

Esperamos a que el helicóptero llegue y los paramédicos comenzaron a atenderlo. En eso se fueron los dos pilotos, yo me quedé con él y ahí le abrieron el brazo, le pusieron un suero, un calmante muy fuerte por los golpes que tenía. Luego lo cargamos al helicóptero y en ese momento llegaron mi papá (Wálter) y (Santiago) Hansen.

Todos estábamos preocupados y mi papá dijo “yo me voy en el helicóptero con él” y yo le dije “no, la verdad es que no quiero seguir, me voy no sé si contigo o me salgo más adelante, pero no quiero continuar con esto”.

En ese instante se fue el helicóptero y tocó hablar un poco más tranquilos con mi padre, con Santiago y creo que teníamos que cumplir con el objetivo y me convencieron para que siga.

— A partir de ese instante, ¿algo cambió para usted en la carrera?

— Desde ese momento hubo un peso muy grande sobre mí y el hecho de poder representar a mi familia, a mi país, fue una motivación muy grande para que siga adelante.

— ¿Fue muy fuerte esa presión tomando en cuenta que en Bolivia tenían las esperanzas en usted?

— Definitivamente sí, pero creo que desde un principio lo hemos manejado con la cabeza fría y tratando de enfocarnos en la carrera y en nada más de lo que realmente estaba ocurriendo.

— ¿Cuál fue la etapa que más le costó?

— El día del accidente. Lo único que quería era llegar (al campamento). Tal vez no ha sido un día tan duro en cuanto a todos los aspectos del Dakar, pero para mí ha sido durísimo porque solo quería terminar, ha sido un día larguísimo en el que a primeras horas de la noche recién llegué donde mi equipo.

— Ese día tuvo un ascenso posicional increíble…

— Estuve como en el puesto 135. Partí muy atrás y fui recuperado de a poco. Me tocó una etapa con muchísimo polvo porque pasé demasiadas motos, cuadriciclos y para mí fue bastante difícil, he tratado de presionar y recuperar lo más posible.

En las motos llegué en el puesto 28 y después me descontaron el tiempo perdido cuando estuve apoyando a mi hermano y quedé en el puesto 19 en la etapa.

— ¿Cómo vivió ese primer lugar en la novena etapa?

— Ha sido fantástico para mí. Fue una etapa en la que me sentí muy cómodo. No había peligros muy altos, por así decirlo, no había piedras escondidas, entonces me sentí bien para darlo todo.

Desde un principio salí a atacar. La verdad que no necesitaba hacer una etapa tan adelante, no necesitaba ir tan fuerte tampoco porque mi posición en la general estaba bastante cómoda. No tenía mucho que ganar, sino más que perder si arriesgaba, pero traté de presionar hasta el último momento.

En el lugar donde cargas combustible, que era más o menos la mitad de la etapa, venía a 30 segundos del primer pelotón, significaba que estaba octavo o noveno.

De ahí sabía que tocaba la arena, que es lo que me gusta muchísimo y salí con todo. Alcancé al grupo de adelante y ya sabía que lideraba la carrera porque había pasado al primer grupo, pero tuve una caída pequeña, en la que me pasó Michael Metge, quien ganó la etapa, y así llegamos a la meta.

Pero ser primero o segundo es una gran alegría, algo histórico para el país, para Bolivia porque estar ahí, peleando con los grandes, es una cosa que realmente no esperaba.

— ¿Qué le dijeron los pilotos profesionales?

— Se acercaron a felicitarme. Ya el ambiente que tenemos es de amistad y contento por eso.

— ¿Cree que usted nació para el Dakar?

— Estoy hecho para estar sobre la moto, es mi pasión, es lo que amo y sería mi sueño hacerlo siempre así.

— ¿Qué se viene para usted ahora?

— Primero, descansar; luego programar lo que va a ser el año. Ya toca pensar como un piloto profesional y enfocarme en lo que se vendrá y después llegará el Dakar.

— ¿A quién dedica este desempeño en el Dakar?

— A mi familia, se lo merecen y hemos trabajado para lograrlo. También quiero dar gracias a Dios por esta oportunidad y que todo haya ido de acuerdo con lo que hemos planeado en un principio, con algunos altos y bajos, pero creo que decir “objetivo cumplido” es lo que me llena de satisfacción.

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