El ministro argentino de Turismo, Enrique Meyer, asistió ayer en París a la presentación de los países que acogerán el año próximo el rally Dakar, entre ellos el suyo, el único que estará en todas las ediciones sudamericanas de la carrera, una presencia que, dijo, su país quiere perpetuar.
Convencido de que el Dakar genera beneficios para Argentina, gracias la exposición mediática de sus paisajes y territorios, Meyer afirmó que utilizará las leyes a su alcance para que la dotación dedicada a esta carrera quede inscrita en el presupuesto más allá de los eventuales cambios al frente del Estado.
“Somos el único país que ha disfrutado las ocho ediciones sudamericanas. Y sigo disfrutado del Dakar, que es un evento de difusión y también una fiesta para todos los argentinos, lo disfrutamos mucho, en las rutas, en las ciudades, en las avenidas, en los campamentos”, afirmó. “Nos interesa que esté en forma permanente, la alternancia de países, ciudades y geografía diferentes da a cada Dakar un desarrollo distinto. Es muy bueno que se siga realizando”, agregó. Meyer destacó la incorporación este año del lago Titicaca, el mayor de América Latina, que servirá de puerta de entrada del rally entre Perú y Bolivia. La principal novedad en territorio argentino será la jornada de descanso en Salta, con las dificultades geográficas que el norte del país propondrá para el recorrido y para los participantes.
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