Uyuni es un pueblo pequeño pero acogedor, con un clima frío y gente cálida para recibir a miles de visitantes durante el Rally Dakar 2014.
Sus calles y aceras brillan por la sal, una característica propia del lugar que atrae a propios y extraños.
Uyuni es una población que encierra parte de la historia boliviana. Fue el centro motor de los ferrocarriles y la minería que aportaron al progreso del país.
Hoy, el principal ingreso económico en Uyuni es el turismo. Las zonas de paseo y distracción se exponen en sus muros junto a los menús en inglés y castellano para que los turistas puedan degustar un plato con carnes y verduras. Sin embargo, durante la celebración del Rally Dakar en esa población, se identificaron muchas dificultades para cubrir las demandas de los comensales que tuvieron que satisfacer el hambre con alguna fruta.
Por otra parte, la excesiva demanda de energía eléctrica durante la competencia provocó algunos apagones y bajas en la densidad de la luz que dieron más de un susto y dificultades para los visitantes que requerían de este servicio básico. Los afectados observaron la falta de limpieza en las calles y parques de la ciudad.
El esfuerzo que el Estado Plurinacional realizó para las mejoras en los servicios básicos como agua potable, saneamiento básico y electrificación, además del fortalecimiento de los rubros de hotelería y gastronomía no fueron suficientes. El reto para esta población es superar sus limitaciones y que el turismo siga creciendo tomando en cuenta que se trata de la “Capital del Dakar”.
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