El apabullante dominio de los Mini del X Raid es un arma de doble filo. El equipo ya era en sí mismo el más grande, con 11 pilotos en competencia. Todos han acabado la carrera, se han llevado ocho etapas de trece y han metido a siete de los diez primeros… ¿Quién puede con los Mini? Las órdenes de equipo del final de la carrera además han desvirtuado el espectáculo, lo que en si mismo es malo para la propia ASO y la historia del Dakar. Sin rivales no hay espectáculo. El dominio de las década de los 90 de las marcas japonesas entró en declive a mediados de la primera década del siglo, como antes lo hicieran Citroen o Peugeot…
Por suerte para la ASO, Red Bull está enfadado. Monster, su rival en el mercado de bebidas energéticas, y socio del X Raid, ha copado el podio en la prueba más espectacular y mediática de calendario y eso… simplemente en marketing no puede ser.
Por otra parte, Peugeot quiere recobrar la gloria del pasado con el 205. Los astros se alinean para revalorizar el Dakar de 2015. Red Bull – Peugeot ya trabajan en un proyecto conjunto cuyo desarrollo del coche estará a cargo de Carlos Sainz (si logra convencer a Volkwagen) y además quieren incorporar al nueve veces campeón del mundo de Rallys, Sebastian Loeb (omnipresente a lo largo de todo el Dakar) y porque no, a Monsieur Dakar Stephane Peterhansel. Habrá pelea en 2015.
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