viernes, 17 de enero de 2014

El equipo de un multimillonario alemán apunta a ganar el rally

El Dakar reúne distintos desafíos. Están los amateurs, los que intentan completar la vuelta como pueden, enfrentando todos los desafíos desde la humildad y la mínima postura de salir a girar sólo con el vehículo, sin asistencia alguna. También están los poderosos.
Como en todas las categorías, hay equipos que dominan. Y marcan eras. Así como lo fue el dominio de Mitsubishi a partir de 2000 hasta la ida de la prueba del África o la llegada del Dakar a América del Sur estuvo signada por la supremacía de Volkswagen con sus evolucionadas Touareg, ahora es el turno del equipo X-Raid, con los veloces Mini.
Dentro de un Mini compite Monsieur Dakar, Stéphane Peterhansel , quien no para de batir récords en esta disciplina. A su lado corre el español Nani Roma, también el exganador Nasser Al-Attiyah , y los argentinos Orly Terranova y el sorprendente debutante Federico Villagra.
En los vivacs, la opulencia del equipo alemán es impactante. Dentro de la ciudad ambulante hay otro poblado distinguido: el del equipo X-Raid. El responsable es Sven Quandt, una personalidad de las más destacadas en Alemania. No sólo por su peso en el mundo del automovilismo deportivo, como en este caso el Dakar, o en el mundo automotor, ya que su familia es propietaria del grupo BMW.
También estuvo en boca de todos cuando en 2007 se vinculó a su familia con el nazismo. Sin embargo, Sven luce su indumentaria negra ensuciada con la tierra o la arena del desierto en cada campamento, desde donde sigue la competencia.
Al margen de las vinculaciones de dinero y poder, Quandt dirige el equipo más poderoso, integrado por 12 vehículos de competición, de los cuales 11 son Mini y el restante una BMW X3. Un Dakar no se gana sólo con buenos vehículos y buenos pilotos. En la competencia de los inconvenientes y las máximas exigencias, la logística es fundamental. Y en este caso el team alemán abruma con 16 camiones, de los cuales uno es para cada auto, uno como oficina, otro para la cocina y el comedor y otro como lugar de estar en los campamentos. A ellos se les suman los dos camiones de competición, que les permiten transitar la ruta de los autos y asistirlos.
Además giran 10 autos de asistencia, cuatro de prensa y otros particulares. En cada campamento hay 120 integrantes del team, por lo que cada auto tiene su grupo de mecánicos y se transportan unas 600 cubiertas.
"Para este año utilizamos una tercera evolución del Mini del año pasado. Hay muchas cuestiones que se cambian en función del mejor rendimiento. Por ejemplo, se usa el aire acondicionado hasta lograr el mínimo desgaste de potencia del motor”, comentó Peterhansel. (La Nación)

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