Tras llegar al búnker que Honda acondicionó para trabajar en su moto, Kevin Benavides se encontró con Norberto e Isis, sus padres, y allí no pudo ocultar toda su emoción por las muestras de afecto que recibió desde la llegada a su provincia.
“Nos acompañó Gendarmeria Nacional y antes de entrara a Salta tuvimos un gran recibimiento de mi familia, amigos y allegados. Hasta nos tiraron cohetes, “, dijo conmovido el joven piloto de 28 años. Y agregó: “Ahora que estamos en Argentina hay que cargar energías y seguir adelante”.
En cuanto a lo que vendrá hoy, cuando Kevin Benavides salga a disputar la décima etapa del Rally Dakar 2018, el primero íntegramente en Argentina, el salteño se mostró cauteloso de los 22 segundos que lo separan del francés Van Beveren: “Hay que pelear más que nunca por la carrera. Va a ser duro, muy exigente. Las etapas creo que serán las más complicadas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario