Pero todo va mejor cuando los resultados acompañan, y ahí empieza el papel de Oriol Mena, piloto catalán que debuta en la carrera y por ahora saca, simplemente, un sobresaliente: es rookie y marcha 10º en la clasificación sin saltarse un waypoint. “Cada día veo a alguno en el suelo así que me lo tomo con cautela. No tengo experiencia aquí y lo que quiero es acabar”, afirma el catalán, rápido, haciéndose a la navegación y encantado con la vida dakariana: “Es brutal, para describirlo hay que vivirlo. Son tantas cosas que haces que no puede describirse verbalmente”.
“Salí sin saber lo que era un roadbook o un GPS, me salté el primer waypoint y recibí 15 minutos de penalización. Pero gané la quinta etapa, terminé segundo de rookies y Wolfgang Fischer (el jefe de Hero Motorsport) se fijó en mí y me acogió en su equipo, estoy muy agradecido”, cuenta.
Se mantendrá vinculado a Hero dos años.
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