Precisamente el francés, ganador de la prueba en 13 ocasiones, siete en coches y seis en motos, será uno de los favoritos. Junto a él estarán sus tres compañeros de equipo, Sébastien Loeb, Cyril Despres y Carlos Sainz, que no cerró la puerta a seguir corriendo en el futuro con otro equipo.
“No sé si será mi último Dakar. No me lo planteo. Ahora mismo sólo pienso en este año. Lo único que tengo claro es que el día que lo deje mi mujer será muy feliz, pero ya digo que eso no me preocupa nada en estos momentos”, confesó.
De lo que no tiene dudas el piloto madrileño, que afronta su undécima participación en el Dakar, es que el objetivo es ganar. “Tengo muchas ganas por ser el último año de Peugeot. Siempre salimos a por todas, sino no iría”. Un buen resultado que le permitiría también quitarse la espina de la pasada edición, cuando tuvo que abandonar en la cuarta etapa tras sufrir un aparatoso accidente cuando marchaba líder.
El español participará en el nuevo Peugeot 3008DKR Maxi. (Mundo Deportivo)
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