En una conferencia en Lima con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP), Lavigne avanzó que la próxima edición del raid será muy exigente por la diversidad de territorios y las condiciones climáticas extremas que afrontarán los competidores.
“Hacía tiempo que no teníamos un Dakar con catorce etapas. Cada día tendremos condiciones diferentes y los pilotos tendrán que adaptarse cada día a los terrenos, a las distancias y a las condiciones climáticas”, advirtió.
Desde las dunas del desierto de Perú, “el Dakar llegará por primera vez a la altura del lago Titicaca por el lado peruano”, para después pasar al “infierno” de las altas temperaturas del noroeste de Argentina.
Lavigne manifestó su satisfacción por el regreso del rali a Perú en el cuadragésimo aniversario de la carrera y en la décima edición que se celebra en Sudamérica.
“Nos permitirá ofrecer nuevos territorios distintos a las dos últimas ediciones con su famoso desierto, absolutamente increíble, cuyos territorios son excepcionales”, comentó.
Lavigne destacó que el Dakar 2018 tendrá menos kilómetros de enlace gracias a las “etapas bucle”, con salida y llegada en el mismo lugar, como las que habrá en las ciudades peruanas de Pisco y San Juan Marcona, donde “está la ventaja de que se pueden armar dos, tres o hasta cuatro etapas diferentes”.
Será la tercera vez que el raid pase por territorio peruano tras haber acogido la meta en 2012 y la salida en 2013.
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