Más de un competidor se quejó por el frío y la dificultad de correr en suelo nacional. Sin embargo, ello quedó diezmado con relación al calor humano que los miles de compatriotas brindaron a todos los pilotos.
Las banderas tricolores flameando, las efusivas muestras de admiración y los gritos coreando el nombre de los favoritos fueron las constantes durante el paso del Dakar 2015 por el país, en el que también los autos tocaron el Salar.
La logística de la competencia fue impresionante. Como sucede en todas las etapas, los helicópteros supervisaron la seguridad de los corredores y se sumaron a la imagen exquisita.
La belleza femenina boliviana y los trajes típicos de las danzas nacionales no faltaron. Los actos centrales durante los tres días que se vivieron en Uyuni contaron con dichos condimentos, que realzaron la puesta en escena e invitaron a más de un turista a gozar de la fiesta tricolor.
Argentina y Chile también dejaron recuerdos espectaculares en la retina de los competidores y del público con paisajes hermosos y desafiantes.
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