Con una diferencia de 148 horas, 31 minutos y 13 segundos respecto al campeón del Dakar 2015 en autos, el catarí Nasser Al Attiyah, Barbery cerró su participación en condición de colista, pero llegó.
Pese a la gran brecha de tiempo y seguramente tecnológica o económica con relación al príncipe de Catar, el piloto nacional supo dosificar su esfuerzo y respondió bien ante las distintas inclemencias climatológicas y de la prueba en general.
Barbery, que montó su Toyota y fue colaborado por su navegante Hernán Daza, también es querido por el pueblo boliviano.
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