jueves, 17 de enero de 2019

La competencia más dura del planeta llega hoy al último día de carrera con un duelo en motos

El Dakar 2019 quedó ayer prácticamente en manos del catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) en coches y dejó para la última etapa un apasionante mano a mano en motos entre el australiano Toby Price (KTM) y el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna).

En motos, la salida masiva de esta etapa ganada por el francés Michael Metge (Sherco) impidió a Pablo Quintanilla recortar apenas diferencias con Price, por lo que se mantiene a un minuto y dos segundos del líder de la carrera y ambos se jugarán el triunfo final en una especie de contrarreloj.

"Es difícil pero no imposible", afirmó Quintanilla, quien prometió emplearse al máximo para conseguir la primera victoria de un piloto americano en la categoría de motos del Dakar.

"Cualquier cosa puede pasar. Hay que estar preparados para hacer esos 112 kilómetros con alta intensidad. Tengo que atacar al 120 % desde el inicio", agregó.

Ayer, Price aguantó estoico y sin bajar el ritmo el fuerte dolor que tiene en su mano derecha, producto de una lesión que se hizo a menos de un mes del inicio del Dakar, lo que le obligó a pasar por el quirófano.

"Toby es una bestia. El dolor que está aguantando no lo aguantaría nadie. Tiene la cabeza muy fuerte", comentó la española Laia Sanz, compañera de equipo de Price.

Sanz, que también afrontó el Dakar en unas condiciones adversas tras haber estado los meses anteriores sin poder entrar, continuó escalando posiciones y alcanzó la undécima, justo por detrás del boliviano Walter Nosiglia, que este miércoles hizo su mejor etapa en el Dakar al finalizar segundo.

En la categoría de los coches ligeros UTV (vehículos utilitarios todoterreno), el español Gerard Farrés continuó recuperando tiempo y ya es segundo.

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