martes, 16 de enero de 2018

La valentía dakariana de los bolivianos

Los que participan en el Dakar, que este martes tendrá su décima etapa entre Salta y Belén (797 km, con 373 de velocidad), deben ser unos guerreros, pues las únicas formas para abandonar la prueba son que la máquina no responda o porque alguna lesión o malestar les impida caminar. Los bolivianos que han dado muestra de ello son Leonardo Martínez y su hija, Suany, Hernán Paredes y Wálter Nosiglia, todos de cuadriciclos.

Leonardo Martínez se cayó en la tercera etapa de la carrera, lo que le provocó un esguince en la rodilla derecha, que quedó muy inflamada. “Por el dolor, pues no podía ni pararme, casi lo dejo todo. La verdad que mis necesidades las hacía desde el cuadri, pues bajarme era un sacrificio enorme”, recalca el piloto, que sigue en carrera con un vendaje especial, ubicándose en el puesto 28 de la general.

También su hija, Suany, que cumplía su segundo Dakar, se accidentó en la segunda jornada de carrera entre Pisco y Pisco, lo que le causó un corte profundo en la pierna derecha de 10 centímetros, y un esguince en la rodilla. La única boliviana, que ha participado en un Dakar, decidió continuar y avanzó hasta la séptima etapa entre La Paz y Uyuni.

“El día que debía largar en la octava etapa entre Uyuni y Tupiza, mi hija se levantó de su cama y se cayó. Ya no podía continuar y por ello dejó la competencia. Ayer fue trasladada a Santa Cruz para ser atendida en la clínica Foianini, con la pierna muy infectada y la herida con pus”, explicó Leonardo, que decidió seguir para acabar el Dakar y entregarle la medalla a Suany, que ayer llegó a la Foianini en silla de ruedas.

Por la lesión, la pierna de la piloto se inflamó y parecía del doble de grosor del miembro inferior izquierdo. Además, tiene varios moretones por los golpes que sufrió en las etapas que compitió. “En el cuadri venía todo el tiempo sentada, pues no podía pararme por el dolor”, sostuvo Suany.

El Lobo la pasa mal

Wálter Nosiglia viene sufriendo una fiebre que por momentos llega a los 39 grados prácticamente desde el inicio del Dakar. Por ello está medicado, pero su estado de salud y el dolor de la garganta han mejorado muy poco, debido a que todos los días tiene que enfrentarse a un clima duro, como el calor, el frío y la lluvia. “Sigo por el apoyo de la gente”, sostuvo el Lobo del Desierto, que es décimo en la general de cuadri.
Producto de la fiebre fuerte y del dolor en la garganta, Wálter Nosiglia tiene los ojos hinchados. A pesar de ello, el piloto de cuadriciclos está luchando duro para quedar entre los 10 primeros. Foto: Jorge Gutiérrez

Paredes está quemado

Una quemadura grande arriba del tobillo izquierdo está afectando el rendimiento del debutante, Hernán Paredes, que sufre bastante en especial cuando llega al vivac y tiene que sacarse el uniforme de carrera. “Está comenzando a desprenderse el cuero, y eso duele bastante”, afirma el piloto paceño, que se ubica de 30 en la clasificación de la general de cuadriciclos.
El paceño Hernán Paredes, de cuadriciclos, está luchando por seguir en carrera, a pesar de las molestias provocadas por una quemadura

Vásquez y Pérez no se rinden

El paceño Rilver Vásquez y el chuquisaqueño Luciano Pérez, de coches, no se rinden, a pesar de los innumerables problemas que han tenido y que prácticamente no les ha permitido dormir más de dos horas en las ocho etapas iniciales del Dakar 2018.

“Por diversos inconvenientes he tenido que dormir un par de horas en las dunas y en otras ocasiones he llegado al vivac e inmediatamente he tenido que largar”, dijo Vásquez, que es 52 en la general de coches.

Pérez también ha estado llegando de madrugada a descansar una hora o dos para luego largar. “Estoy participando en el Dakar más duro de la historia”, manifestó.

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Sufrimiento en la ruta

En 2015, el chuquisaqueño Wálter Nosiglia logró el tercer lugar de cuadriciclos soportando el dolor de tres costillas rotas, que le impedían acelerar al máximo en los lugares trabados.

Wálter Jr. Nosiglia abandonó este año tras dos caídas consecutivas, que lo dejaron inconsciente. En la primera reaccionó y siguió, y en la segunda fue auxiliado por su hermano, Daniel.

Los pilotos de cuadri y motos son los que están más expuesto en el Dakar. En ocasiones, por el frío, llegan al vivac sin poder mover los dedos. Los moretones en sus cuerpos son comunes.

Daniel Nosiglia, que es undécimo en motos, reveló que en este rally ya ha sufrido varias caídas, pero que solo le dejaron algunos golpes en su cuerpo. “Trato de cuidarme siempre”, sostuvo.
Los salteños dieron un gran recibimiento a los pilotos, que ayer cumplieron la novena etapa en caravana pues la organización del Dakar decidió suspenderla producto de los ríos crecidos



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