martes, 16 de enero de 2018

La caldera desértica de Fiambala y Catamarca en escena

Ahora será la caldera desértica de Fiambalá y Catamarca, en Argentina, sus dunas y sus laberintos de ríos secos los que harán una última selección entre los pilotos que todavía continúan en carrera.

Se trata de una de las zonas preferidas del Dakar desde que aterrizó en Sudamérica hace diez años, y para celebrar tan significativa fecha no podía obviar etapas tan emblemáticas.

Además, la etapa de Fiambalá será en modo ‘maratón’ para las motos y quads, lo que la hará doblemente dura, pues durante todo el día no podrán recibir ningún de asistencia o ayuda mecánica, a menos que sea de otro competidor.

“Es una carrera de supervivencia, definitivamente el Dakar más duro de todos los hechos en Sudamérica”, afirmó con seguridad el español Carlos Sainz (Peugeot).

El madrileño, líder destacado en la general de coches, indicó que el único objetivo que se fija es devolver el coche al campamento sano y salvo, sin arriesgar, porque sabe que el Dakar te puede dar una sorpresa negativa “en cualquier momento”.

Con una sucesión tan amplia de grandes dificultades superadas, los que se suban al podio de meta en Córdoba (Argentina) no solo se sentirán campeones, sino supervivientes de toda una odisea por el continente sudamericano, digna de la cuadragésima edición del Dakar, la décima en Sudamérica.

EFE

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