martes, 16 de enero de 2018

Kollen calificó de ridícula la sanción, “pude morir”

El piloto holandés de quads Kees Kollen tildó ayer de “ridícula” la sanción de diez minutos impuesta a Carlos Sainz (Peugeot) por no haberse detenido a comprobar su estado tras supuestamente golpearle en un adelantamiento en el que, dijo, “podía haber muerto”.

“Si el coche hubiese pasado veinte centímetros más a la izquierda, yo estaría muerto, y creo que si ahora estuviese muerto, sería más fácil para Carlos y para Peugeot, porque ya no podría hablar”, afirmó Koolen, quien presentó una reclamación ante la organización de la carrera que derivó en la sanción a Sainz.

El empresario holandés calificó la situación de “muy extraña y estúpida” para todos porque nadie, salvo el francés Cyril Despres (Peugeot), le preguntó por el incidente al terminar la etapa, la séptima del rally, que discurría el sábado entre La Paz y Uyuni (Bolivia).

Koolen aseguró que avanzaba a 20 kilómetros por hora en una zona complicada, “con mucho barro y agua”, cuando Sainz lo adelantó “a velocidad máxima”, especificada minutos antes por el director de Peugeot, Bruno Famin, en 153 kilómetros por hora.

“Fui muy afortunado. Mi quad quedó muy dañado. Él dice que no me golpeó, pero yo soy ingeniero mecánico y había partes deformadas, y para hacer eso necesitas una fuerza de no menos de 2.000 kilos”, indicó.

“La única cosa que pensé en esa noche es que tengo cuatro hijos y quizás nunca más me hubiesen visto de nuevo”, agregó.

El piloto indicó que espera “más que una disculpa” por parte de Sainz y de Peugeot porque “hasta ahora no lo han hecho, porque no les importa”.

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