lunes, 22 de enero de 2018

EL DAKAR PELEÓ CONTRA LA NATURALEZA PERO TODAVÍA NO SE IRÁ DE SUDAMÉRICA


EL DATO

Próxima edición

2019

Pese a las adversidades, el Dakar seguirá en la región y planea descubrir nuevas zonas en Argentina, Perú y Bolivia, además de incluir a otros países.

El Dakar, el Rally más duro del mundo, ofrece a sus competidores un desafío contra la naturaleza, pero a veces ésta se impone sobre ellos y obliga a frenar el espectáculo y cancelar etapas, una constante que se repitió en la carrera por tercer año consecutivo.

Las condiciones climáticas adversas, como lluvias y fuertes vientos, motivaron en este Dakar 2018 la cancelación de una etapa para todas las categorías, y adicionalmente otra etapa y media para las motos.

De las 14 etapas programadas para la actual edición del rally, que pasa por Perú, Bolivia y Argentina, los coches y camiones hicieron 13, mientras que la carrera de las motos se vio reducida a 11 etapas y media.

Esto supone que las motos y quads tuvieron 730 kilómetros de competición menos de los previstos, mientras que en el caso de los coches y camiones fueron 242 los kilómetros cronometrados que no corrieron.

En un primer instante, las motos vieron recortada su ruta en la sexta etapa de este Dakar, entre Arequipa (Perú) y La Paz, cuando se canceló el primer tramo cronometrado, de 113 kilómetros, por acumulación de niebla en la zona de competición, pero sí pudieron correr el segundo tramo, con salida desde el lago Titicaca.

Lo peor vino en Tupiza (Bolivia), cuando las fuertes lluvias caídas en el lugar dejaron inundada la zona donde debía instalarse el campamento del Dakar.

El terreno convertido en un lodazal obligó a remolcar a algunos camiones y caravanas que ya se encontraban allí, y el campamento, con todos los vehículos de asistencia de los competidores, tuvo que improvisar a lo largo de cinco kilómetros de una carretera.

La limitadas condiciones para alistar los vehículos de cara a la novena etapa, entre Tupiza y Salta (Bolivia), obligaron a cancelar el recorrido para todas las categorías, pues los vehículos venían de hacer casi mil kilómetros de etapa “maratón”, es decir, sin ningún tipo de mantenimiento de los mecánicos desde La Paz.

Un nuevo recorte en la ruta de las motos y quads se dio el jueves, para la duodécima etapa, cuando los pilotos se negaron a aceptar un cambio del recorrido inicialmente planeado por la imposibilidad de que los helicópteros de seguridad pudiesen sobrevolar la zona de competición.

Los pilotos rechazaron el trazado alterno propuesto por la dirección de carrera porque les obligaba a salir por detrás de los coches y camiones, vehículos pesados cuyas huellas maltratan la ruta y aumentan el peligro del pilotaje para las motos y quads.

Las inundaciones ocurridas este año no son algo nuevo en el Dakar, pues el año pasado las fuertes lluvias se cebaron con la carrera, al punto de dejar completamente anegado el campamento en Oruro (Bolivia), lo que obligó a cancelar la sexta etapa de ese rally, entre Oruro y La Paz.

En esa misma edición de 2017 también se canceló la novena etapa entre Salta y Chilecito (Argentina), por los corrimientos de tierra ocurridos la jornada anterior, donde el Dakar iba desde Uyuni (Bolivia) a Salta; dejaron dos muertos y los caminos por donde debían pasar los pilotos bloqueados.

Las lluvias estuvieron igualmente presentes en la edición de 2016 al causar la cancelación de la primera etapa, que salía desde Rosario hasta Villa Carlos Paz (Argentina), en un recorrido que tuvo que ser improvisado después de que Perú cancelara pocos meses antes de la celebración del rally la partida de la carrera desde Lima.

De esta forma, la fiesta del motor quedó aguada por la climatología, que se volvió un protagonista habitual del rally, especialmente al pasar por la cordillera andina, que en estos meses se encuentra en su época de lluvias.

Pese a ello, el Dakar se consolidó en estos diez últimos años en Sudamérica y la Amaury Sports Organisation (ASO) todavía no asimila la idea de un Rally lejos de la región, más aún cuando existen ofrecimientos de otros países de ser incluidos por primera vez en la ruta, como Ecuador.

Así lo anunció el director de la ASO, Etienne Lavigne, al ratificar el deseo que tiene la organización de que la carrera del próximo año comience en Chile y descubra nuevos lugares en Perú, Bolivia y Argentina.

Salvo Bolivia, fiel a la competencia, también dependerá de la disposición de los gobiernos de estos países, por lo que por ahora, nada está dicho.

CIFRA

730 kilómetros fueron recortados del tramo original para motos y quads por las condiciones climáticas adversas.

Antecedentes

En 2017, las lluvias provocaron la suspensión de la sexta etapa, entre Oruro y La Paz, que debía pasar a orillas del Lago Titicaca. Los vehículos se dirigieron a la Sede de Gobierno en tramo de enlace.

Nuevo trazado

La principal intención del Rally Dakar para 2019 es que la competencia inicie en Chile, por lo que la organización comenzó a tentar a las autoridades del país trasandino.

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