lunes, 24 de abril de 2017

El Llanero ya no está solo y recibe ayuda para Dakar

El Llanero Solitario ya no está solo. Danny Nogales, aquel vinteño que se ganó dicho apelativo porque corrió sin asistencia mecánica en el Dakar 2017 y sin las pompas ostentosas que supone competir con un equipo completo, será apoyado por la unidad Cemento de la Cooperativa Boliviana de Cemento, Industrias y Servicios (COBOCE Ltda.) en la siguiente edición de la odisea más dura del planeta.

Aún se trata de un acuerdo verbal, pues resta ultimar detalles con relación al contrato, pero lo efectivo es que el cochabambino podrá sumar una estrella más en su lista de auspiciadores.

La responsable de Relaciones Públicas de COBOCE, Nilda Quintanilla, adelantó que la firma apoyará a Danny con un incentivo económico que, posteriormente, se oficializará. Se prevé realizar mañana una conferencia de prensa en la que se establecerán los parámetros de la colaboración, según Quintanilla.

Uno de los elementos atractivos es que el vinteño será la figura que engalanará el stand de COBOCE en la Feria Internacional de Cochabamba (Feicobol).

Junto a su moto, su compañera en la afamada travesía dakariana, Nogales estará dispuesto a repartir afiches y firmar autógrafos a sus fanáticos, así como lo hizo en enero pasado, cuando no se rehusó a entregarse a su gente ante el pedido constante de retratar el instante especial mediante las selfies.

Y Danny, el hombre que aguantó como pudo en el Dakar 2017 y que protagonizó un simpático momento cuando fue colaborado por una comerciante ambulante (la mujer le pagó la gasolina), está contento.

Así lo dio a conocer el propio corredor. En las repetidas ocasiones en que fue entrevistado por los medios locales, jamás olvidó mencionar a Dios, pues profesa el cristianismo. Y lo de ayer no fue la excepción. “Siempre pedí a Dios que todo sea conforme a su voluntad. Es una señal de que todo estará bien para el próximo Dakar”.

También se mostró ilusionado con la posibilidad de ser parte del stand cobociano en la Feicobol.

No falta mucho para que enfrente su tercer desafío en la contienda internacional. Poco menos de nueve meses para volver a subirse a la moto (una nueva) y Bolivia tendrá, nuevamente, a su Piloto del Pueblo en acción.

Su debut se dio en 2016, año que marcó el principio de una historia distinta, llena de emotividad y cargada por el carisma especial que desprende el vinteño, hijo de don Simón y doña Silvia.

Ahora, el objetivo de Danny es más ambicioso: tener equipo completo.

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