domingo, 8 de enero de 2017

¿Cómo es un campamento Dakar?



Muchos se preguntan ¿cómo son los campamentos? Ahí viven prácticamente los pilotos del rally Dakar cuando no están en competencia. Es una mini ciudad donde comparten al menos 3.000 personas que son parte de la competición, entre pilotos, personal de la organización y prensa.

“Un campamento es como una mini ciudad, tenemos una zona de 12 hectáreas donde convivimos durante todos los días de la carrera los competidores, organizadores y prensa”, cuenta Tomas Cerf Mayer, director de Logística de la ASO (Amaury Sport Asociation).

En la parte central de los llamados “vivacs” están el comedor, las carpas en donde se computarizan los tiempos de cada una de las etapas; asimismo, un puesto médico.

El Club Dakar es un ambiente exclusivo donde se reciben a los invitados especiales y donde se puede compartir alguna bebida. Se trata de un stand destinado al Gobierno del país organizador donde se puede mostrar su música, cultura y gastronomía.

También están la sala de prensa para los periodistas; los baños y las duchas, muy requeridas después de una ajetreada jornada.

El resto del terreno se convierte en un parqueo gigante de casi 10 hectáreas donde se acomodan los vehículos de asistencia de cada uno de los equipos participantes y donde llegan los de carrera; son en esos lugares donde los preparadores y mecánicos, además de los competidores, hacen los arreglos y ajustes para encarar el día posterior.

“Dentro de un campamento conviven todos los competidores, a ellos se suma el personal de la organización, hablamos de un promedio de 500 personas, encargados de la logística, marketing y otros, y después tenemos la parte de prensa, que aglutina a unas 200 personas y también el personal del Gobierno local, que se hace cargo del soporte de logística. Asimismo hay invitados, sumando al número de entre 2.500 y 3.000 personas en total”, agrega Cerf Mayer.

Como son terrenos inmensos, para llegar al punto adonde arriban los pilotos después de cada competición se debe caminar de dos a tres kilómetros desde las carpas centrales.

Lo propio para dar alcance a los coches de asistencia de cada uno de los equipos, se debe recorrer entre seis y hasta diez kilómetros para ubicar a algunos de los equipos.

Conociendo estos detalles, los organizadores trajeron desde Francia —país sede de la Amaury Sport Organisation (ASO), dueño de la carrera— al menos 12 motonetas pequeñas, que son utilizadas para guiar a cada uno de los camiones de asistencia desde su ingreso al vivac hasta acomodarlos en sus respectivos espacios.

En lo que respecta a los pilotos, ellos brillan por su ausencia. Desde que arriban al campamento ingresan a sus Home Cars (casas rodantes) para descansar, lo hacen hasta la hora de asistir al briefing (reunión) donde se les comunica los detalles de la etapa del día siguiente.

“Disculpe que no pueda acceder a hablar con usted, pero llevo 14 horas sin comer desde que partí esta mañana, y muero de hambre y de cansancio”, dice el piloto francés Sebastian Loeb, abordado para una entrevista a su arribo a un vivac.

Una vez concluida la reunión, llega la hora de cenar y, después, la de volver a las casas rodantes para descansar y dormir lo más posible, a fin de llegar en buenas condiciones a la reanudación de la carrera, por lo general de madrugada sobre todo para los pilotos de motos y cuadriciclos que son los primeros en partir.


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