domingo, 17 de enero de 2016

Danny El mecánico que corrió el Dakar con la Biblia en mano

Perdió el anonimato por completo hace un mes. Fue el piloto con menos glamour del rally y sacudió el orgullo vinteño, su tierra natal. Danny Nogales pasó a la historia del deporte tuerca cochabambino aún cuando su ilusión terminó pronto.

Cuando los pilotos del Dakar se preocuparon por llevar casi pegado a la piel el famoso roadbook (libro de ruta) para no fallar en la navegación, había uno que le dio prioridad absoluta a su Biblia, ese texto sagrado para elmundo cristiano que tuvo presente hasta el último instante, cuando fue obligado a abandonar. Era el vinteño Danny Nogales.

En el último mes se han viralizado algunos datos sobre la figura del boliviano. Se supo que tiene 32 años, que es el primer cochabambino en participar en toda la historia del raid, que vendió su auto para pagar parte de sus gastos, que es vinteño de cepa y que ya lo bautizaron como el Hijo Predilecto y el Héroe del Pueblo.

También se conoció que experimentó una gran tristeza por haber sido eliminado de forma abrupta en el rally y que dicha determinación, contraria a su voluntad, reforzó su protagonismo ante los ojos del país.

Sin embargo, varios se enteraron apenas ayer que Danny corrió en una moto obsequiada por su padre Simón y que debió felicitar, vía telefónica, a su madre Silvia por su cumpleaños el 10 de enero pasado, porque en aquel momento el piloto se encontraba en plena odisea.

El mencionar, de forma simbólica, que Danny compitió llevando en su mano una Biblia, da una pauta de su disciplina y su entrega.

“Dios sabe porqué pasan las cosas”, dice el vinteño, que tras haber llegado ayer a Cochabamba en horas de la mañana fue recibido por una multitud, entre aplausos y lágrimas. Precisamente en Vinto, su ciudad natal.

Consagrada su figura, algunos medios se refieren a Nogales como el más querido del Team Bolivia. Incluso en los últimos días hubo caricaturas en diarios y memes en las redes sociales que han graficado las cualidades más sensibles de ése hombre que aparenta seriedad y que ha invertido 25 mil dólares en el armado de su equipo.

Diferente es el presente del cochabambino con relación a lo que experimentó hace poco más de dos meses, cuando el ambiente deportivo puso en duda incluso su participación quitándole crédito a sus palabras porque costaba creer que un vinteño, que no ha cobrado gran protagonismo en campeonatos nacionales, se animaría a competir en semejante aventura.

“Danny Nogales va a volver. Esto no quedará así”, advierte el Hijo Predilecto de Vinto, dejando soñar a su gente, que ahora lo acoge en su seno.

Sus padres, los pilares que nunca fallan

Tras la recepción que tuvo ayer Danny Nogales en Vinto, su tierra, el piloto comunicó de forma abierta su amor hacia su familia, pero especialmente hacia sus padres Simón y Silvia.

Simón fue quien le regaló la moto en la que participó. Danny tenía el motorizado de Juan Carlos el Chavo Salvatierra, pero se trataba de un vehículo usado que “no iba a aguantar”, según dijo.

Silvia fue la mujer que lo llenó de energía desde la distancia (ella se encontraba en Vinto y el piloto en Argentina) y quien le dijo que no abandonase la competencia, que se mantuviese firme en el intento.

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