domingo, 2 de febrero de 2014

La esposa del corredor de autos Marco Bulacia es su compañera infaltable en los caminos más difíciles

Susybeth Wilkinson es una caja de sorpresas. En aquella mujer hermosa, dueña de unos ojos esmeralda , se conjugan la femineidad y la garra que se necesitan para asistir, con hijos incluidos, al Dakar, la competencia de motores más peligrosa del mundo. ‘Susy’, como la conocen sus allegados, es compañera infaltable en las carreras de su esposo, el campeón de automovilismo, Marco Bulacia. Contó que le gusta mantenerse cerca para auxiliarlo si él la necesita.

Durante su soltería, ‘Susy’ fue modelo, pero dejó las pasarelas para convertirse en la señora de Bulacia y trasladarse junto a su esposo, a Villa Montes, donde iniciaron una empresa que hoy administra.
La pareja, que cumplió 15 años de matrimonio, tiene tres retoños, que también integran la ‘caravana Bulacia’ en cada carrera.

¿Quién es Susybeth Wilkinson?
Soy hija de Sonia Ortiz y Willian Wilkinson. Tengo 36 años y me considero una persona sencilla, tranquila y creyente de Dios. Me gusta estar con mi familia.

A simple vista ustedes parecen una pareja dispareja, ¿cómo es Marco Bulacia?
Es sincerote. Entre sus atributos están ser perseverante, responsable y muy racional. Siempre medita sus decisiones y, de alguna manera, está un paso adelante de cada prueba. Es
amante de su familia y su debilidad es Valeria, nuestra hija menor.

El Dakar es casi una tradición familiar para vos, ¿cómo vivís esta experiencia?
Este año fue más tranquila y satisfactoria porque ya conocemos la logística. Sin embargo, otros años vivimos malas experiencias como en 2011, cuando tuvimos que abandonar la competencia porque mi suegro falleció en la ciudad, o al año siguiente, que el auto de Marco tuvo problemas y tampoco acabó la carrera.
Pese a estos inconvenientes, cada año nos subimos a la casa rodante con mis hijos y viajamos muchos kilómetros para verlo y apoyarlo.

Antes de casarte eras modelo, ¿cómo fue tu paso por las pasarelas?
Eso fue hace mucho tiempo y lo dejé atrás porque me casé y me fui a vivir a Villa Montes.

Desde pequeña me tomaron en cuenta para publicidades en la TV. Fui modelo para pollos Imba, Coca-Cola y Paceña. Desfilé para la agencia de Pablo Mazoni y de Promociones Gloria y también me retrataron para varias portadas de periódicos locales.

Pero te mantenés muy bien...

Trato de estar en forma; pese a que no hago ejercicios. El Dakar me pone en aprietos porque subo de peso por las comidas que principalmente consisten en sodas, papas fritas y sándwiches. Este año aumenté tres kilos.

Apoyarlo en una carrera tan peligrosa requiere de mucha fortaleza...

Claro que sí. Mi misión es hacerlo sentir seguro. Marco sabe que tengo puesta su camiseta y por eso junto a nuestros hijos lo acompaño en todas sus travesías. Me gusta mantenerme cerca porque pienso que así podré auxiliarlo si sufre algún percance.

¿Has dejado de acompañarlo alguna vez?
Sí, y por eso he tenido muchas angustias. Por ejemplo para las carreras del Codasur; mientras él está corriendo yo estoy con los nervios de punta.

¿Cómo tomás el dicho “mujer al volante, peligro constante”?
Conducir no es difícil. Me han preguntado cómo lográs manejar con una chata de cola y al respecto solo les puedo decir que al final te acostumbrás y crias confianza.

Vos también manejás la casa rodante en la que tu familia viaja al Dakar...
Como no hay ser humano que aguante tantas horas manejando, en algunas ocasiones relevo al chofer que nos transporta. Esta vez nos acompañó William Guerrero.

¿Alguna vez has viajado y no llegaste a verlo?
Eso es normal. En esta versión solo lo vimos cinco veces, lo saludábamos y el nos respondía desde su auto haciendo cambio de luces.

¿Con qué otras esposas de corredores has compartido en estos trajines?
Este año vi por primera vez a la esposa de Luis Barbery y ella me comentó que le gustó mucho la experiencia. Se desvelaba esperando a su esposo, pero cuando le pregunté si volvería a acompañarlo a las carreras no dudó al responderme que sí.

¿Cómo viven tus hijos la carrera de tu esposo?
Ellos son felices. Marco (13) y Bruno (11) compiten en karting, mientras que Valeria practica ballet. En este Dakar mi pequeña paraba con la bandera de Bolivia para alentar a su padre y en un rato sin darse cuenta se puso a practicar sus pasos de baile cerca de la carretera y la gente se quedó mirándola y hasta la fotografiaron.

¿Cuáles son las incomodidades de los viajes?
Los desvelos, porque además de despertar temprano no llego a descansar bien cuando otra persona maneja la casa rodante en la que viajo con mis hijos, estoy pendiente de que no se duerma.

Y cuáles son las mayores satisfacciones que te ha dado ser la esposa de un corredor

La máxima alegría fue ver la cara de felicidad de mi esposo cuando subió al podio del Dakar por primera vez, en 2011

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