sábado, 11 de enero de 2014

Wálter Nosiglia: ‘Creí que me estaba muriendo’



Desde que empezó el Dakar, el domingo 5, el desempeño del piloto chuquisaqueño ha sido de los mejores entre los bolivianos y sorprendiendo a más de uno internacional. Está bien ubicado en la general y lo hecho en cada etapa ha sido destacable. Se emociona cuando habla del ingreso de la carrera al país; aunque prefiere no crear falsas expectativas.

— ¿Te imaginabas una competencia tan dura?

— Sabía que iba a ser complicada, sabía que iba a ser dura, pero no tanto. Todos los pilotos antiguos, los que conocen el Dakar, siguen pensando que ha sido exagerado esta vez, ha sido demasiado.

— ¿Por eso se explica que hayan tantos abandonos?

— Claro, imagínate, quedan 80 motos de más o menos 180, y en quadras quedan máximo 20 de 47. Eso muestra que ha sido demasiado duro este Dakar.

— ¿Algún rato pensaste en quedarte por la dureza del tramo?

— Creo que influyen muchas cosas; sobre todo el estado anímico, que es muy importante. La verdad yo ayer (jueves) quise, me llegó un momento en que creí que me estaba muriendo y tenía ganas de quedarme; pero otro piloto me dijo ‘vamos Wálter, hay que acabar este Dakar’ y me animó, me levantó la moral y al poco rato él se empezó a quedar y fui yo quien lo animé. El Dakar es así, hemos logrado salir, pero si no estábamos los dos juntos no hubiéramos terminado.

— ¿Quién es ese piloto?

— Es un argentino, es Daniel Domaszeski, es mi compañero de equipo, corremos en motos iguales y creo que si no hacíamos el Dakar juntos no llegábamos hasta aquí. Claro, todavía falta más.

— La gente que llega a la rampa dice que la de hoy ha sido la etapa más suave...

— Esta ha sido la etapa más corta y no tan cansadora. Por ejemplo, estaba acostumbrado a pinchar mínimamente en cinco oportunidades en cada etapa, en esta he pinchado solo en una.

— Igual estás haciendo una buena carrera hasta ahora.

— Estaba para andar muy fuerte, de mucho manejo, sí; pero lo de ayer fue exagerado. Y sí, creo que si no pinchaba en una ocasión hubiera estado más adelante, pero estoy contento porque pese a las dificultades me está yendo bien.

— ¿Te sientes conforme con la posición en la que estás, te imaginabas algo así?

— La verdad es que ni me imaginaba que me iba a ir así, con el puesto 20 estaba feliz. Ahora lo bueno es que sigo andando, parece que he subido al 11 en la general y hoy (ayer) el séptimo puesto (en la etapa) ha sido bárbaro.

— ¿Es para ilusionarse?

— Yo no quiero decir nada, el Dakar es muy cambiante. No quiero especular, tampoco que la gente en Bolivia se emocione más de lo debido; porque el Dakar es muy cambiante: hoy estás y puede ser que mañana no. Obviamente voy a hacer todo lo posible por andar bien y por llegar bien a Bolivia.

— Precisamente después del descanso de este sábado llegará el ingreso a Bolivia...

— Para mí es lo más especial, lo máximo es llegar a Bolivia; pero ha sido tan emocionante llegar acá, con tantos bolivianos, con tantas banderas, que ya me estoy imaginando llegar a mi país. Seguramente va a ser alucinante, increíble.

— ¿Cómo te ha tratado la gente en la ruta de la carrera?

— Obviamente se me hace un nudo en la garganta de ver tanto boliviano. Antes de llegar al vivac he parado en la plaza, estaba el ministro (Carlos Romero) con una montonera de bolivianos, ha sido muy emocionante. Todo el mundo te brinda gestos de aprecio, de cariño, son cosas que no se comparan con nada y realmente es un valor incalculable, es algo grandioso lo que se siente en ese momento.

— Hablando de bolivianos, lamentablemente cuatro tuvieron que abandonar...

— Es una pena; pero estamos dentro de las estadísticas, menos del 50% es lo que queda dentro del Dakar y ahí estamos.

— Fabricio Fuentes estaba muy emocionado por llegar al país; pero no pudo seguir.

— Lamentable, pero la etapa de ayer (jueves) ha sido muy dura.

— Dijo que es inhumano correr en esas condiciones...

— Y él que está acostumbrado a ese clima, porque tiene ese clima. Imagínate yo, casi muero; pero tiene toda la razón, es inhumano. El Dakar es así y por eso hay que prepararse tanto.

— Hay gente que habla mucho de la altura, pero parece más nocivo el calor...

— Pero obviamente. La altura no hace nada, absolutamente nada. Ahora se van a dar cuenta los pilotos de que no pasa nada. Aquí el mayor daño es el calor, 50 grados en ese lugar tan desolado, con tanta arena, face face (arena suave, como talco). Para morirse, como que ha muerto uno deshidratado. Pienso que lo de la altura es más psicológico, además ya nos ha tocado pasar por mucha más altura hace dos días y estuvimos tranquilos.

— ¿Qué se le puede decir a la gente del país, que seguramente te va a estar esperando?

— Que… (se emociona). Es que todo lo que he hecho hasta ahora ha sido pensando en mi país, pensando en esa gente que me ha apoyado tantísimo desde un comienzo, en todo este tiempo; y con ese mismo corazón, con esas mismas ganas voy a llegar a Bolivia.


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