miércoles, 8 de enero de 2014

El Dakar-City, el pueblo itinerante que recorre los Andes

El sol aparece entre los Andes, la temperatura aumenta a toda velocidad y el campamento alcanza su velocidad de crucero: bienvenidos al Dakar, hormiguero efímero que acoge cada día alrededor de 3.000 personas en plena naturaleza.

Tras su comienzo el 5 de enero en Rosario (Argentina), el rally finalizará el 18 del mismo mes en Valparaíso (Chile), después de una travesía por Bolivia reservada únicamente a los motoristas.

06H00: Los primeros autobuses de periodistas llegan al vivac, tras pasar la noche en la ruta entre San Rafael y San Juan, en el oeste de Argentina. Uno a uno toman sus mochilas y titubean hasta las duchas, una de las prioridades absolutas en la jornada que comienza.

Tras dos etapas, el Dakar-2014 entra "en lo duro", como confirma la vestimenta de sus particulares habitantes. Atrás quedó la elegancia del principio: adiós a las impecables camisas y a los polos, ahora lo que predomina son las remeras y los shorts. En materia de calzado, las sandalias son lo más cotizado. Y cuidado con el que se aventure a llevar la cabeza descubierta porque el sol quema sin descanso.

07H00: Los ordenadores ya están conectados en la carpa de prensa, los grupos electrógenos murmuran sin cesar. Pero para todos, se impone la misma urgencia: ¿Disponemos de internet, algún contacto con el mundo exterior, ya que no hay más red telefónica?

El seguimiento de la carrera comienza, tras un breve contacto con las redacciones para ajustar las coberturas.

La de este martes es una etapa maratón para los motoristas (que salieron a las 04H30 locales) y puede respirarse el sufrimiento en el aire. Pese a que el recorrido ha sido reducido en 130 km a consecuencia de los daños causados en algunas pistas por las lluvias, los pilotos sobre dos ruedas correrán sin asistencia. Sólo podrán contar con la ayuda de sus "portadores de agua", los segundos pilotos de los equipos, al servicio de sus líderes en caso de problemas.

Al contrario de lo que ocurre con los autos, las motos no regresarán a San Juan el martes de noche, ya que pasarán la noche en la montaña, en el pequeño pueblo de Barreal, al norte del Aconcagua (6.962 m de altitud), el monte más alto de América en la cordillera de los Andes.

Esta tercera etapa representa un importantísimo desafío físico para los motoristas, que recorrerán una cincuentena de kilómetros a más de 4.000 m de altitud (llegando incluso hasta los 4.300 m). Ésta será la primera vez que una especial suba tan alto para la competición de motos.

El miércoles por la noche, todo el mundo se reencontrará en Chilecito, en la provincia de La Rioja, meta de la cuarta de las 13 etapas de este Dakar-2014.

10H00: Luc Alphand, vencedor de la edición del 2006 del Dakar, regresa de hacer una cincuentena de minutos de footing en la montaña y ¡se le ve fresco como una lechuga! El excampeón de ski, de 48 años, siempre sonriente y disponible para atender a todo el mundo, sigue la carrera como comentarista para France Télévisions.

Viento de arenaViolentas ráfagas de viento barren las grandes carpas que componen el campamento, rociando todo de arena y de un fino polvo que consigue infiltrarse por todos los rincones, con una especial predilección por las computadoras y las cámaras fotográficas.

"Eso es lo peor de todo", se queja un fotógrafo, "entra en las cajas, en los objetivos, por muy protegidos que estén. Para el material es algo tan malo como el agua de mar...".

Sin embargo, nada de todo eso impide que el paisaje sea magnífico. El campamento está rodeado de montañas que recuerdan al Hoggar y al Alto Atlas.

12H30: Es la hora de comer. Por pequeños grupos, los periodistas, técnicos y miembros de la organización acuden al comedor, formado por tres carpas donde se servirán las comidas.

El sol se encuentra en estos momentos en su posición cenital y el termómetro ronda los 40 grados a la sombra. Las botellas de agua desaparecen a la velocidad de la luz. El agua está todavía tibia, pero hay que aprovechar porque pronto estará caliente...

Este martes por la noche no se podrán ver las motos de vuelta, puesto que estarán alojadas en la montaña. Pero los autos llegarán pronto y las entrevistas podrán hacerse a una buena hora.

Después de la escritura y el envío de las notas (¡San Internet, ruega por nosotros!), habrá que esmerarse en plantar nuestras tiendas de campaña. Después de encontrar un lugar suficientemente plano y, sobre todo, lejos del parque de autos, donde los mecánicos estarán reparando y haciendo sonar los motores para perfeccionarlos durante toda la noche...

Sí, todo esto es también el rally Dakar...

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