viernes, 4 de octubre de 2013

EL PáRROCO DE UYUNI, CARLOS GONZáLES, SE HA CONVERTIDO EN EL IMPULSOR DEL MOTOCICLISMO

Botas, pantalones con protección, una camiseta parapetada entre aparatosas pecheras. Hombreras y coderas. Unos guantes y un casco reglamentario de competencia.

Parecía un motociclista listo para comenzar la carrera de su vida, pero no. Resulta que era Carlos Gonzáles, el curita de la parroquia en Uyuni, que no dudó en mostrar su amor por los fierros y comandó una exhibición de motos en pleno Salar, el pasado viernes, durante la celebración del Día Mundial de Turismo.

Sólo pudimos averiguar de quién se trataba, después de que paró su moto derrapando, salpicándonos sal, justo después de haber roto el silencio del viento altiplánico con una poderosa 250 cc y luego de haberle puesto colores vivos al blanco eterno del Salar.

Entonces pensamos que era un motociclista más, hasta que nos confesó efectivamente compite, pero que además tenía otro oficio y que era el párroco de Uyuni.

Resulta que el padre Gonzáles es un motoquero apasionado por el vértigo y las competencia, hasta el punto de haberse convertido en el principal promotor del motociclismo local y de ser el organizador de las caravanas que asisten a competencias oficiales municipales, departamentales y hasta nacionales en Oruro, Potosí y otros departamentos. Siempre representando a Uyuni.

De momento Gonzáles y sus motoqueros son el alma del Rally Dakar en el pueblo aseguran que la competencia es como un sueño hecho realidad.



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